En abril de 2015 saltó la noticia de la condena judicial a un ayudante de cocina de 57 años que, entre 2005 y 2012 suministró a 19 compañeros de trabajo un fármaco indicado para el alcoholismo crónico, causándoles efectos adversos que les llevaron en algunos casos a perder el empleo por "bajo rendimiento".
El individuo finalmente fue condenado a penas que sumaban 48 años de prisión y al pago de indemnizaciones tanto a los afectados como al Servicio de Salud del Principado de Asturias por envenenar de forma continuada a través de la comida y la bebida que les preparaba a sus compañeros de la sidrería de Gijón donde trabajaban. Su intención era perjudicar a sus colegas con alevosía, y se le encontró culpable de múltiples faltas de lesiones. La mayoría de los trabajadores envenenados necesitaron asistencia médica en más de una ocasión, y alguno precisó hospitalización.
El fármaco en cuestión es la cianamida o carbimida cálcica (de nombre comercial en España Colme®) un compuesto inorgánico de fórmula CaCN2 que se emplea como coadyuvante en la deshabituación alcohólica en Europa, Canadá y Japón, y es la sal de la cianamida (NCNH2), el principio activo que también se emplea en agricultura como pesticida, aunque su uso para este fin está prohibido en Europa. Su mecanismo de acción consiste en inhibir la oxidación parcial del alcohol etílico en el cuerpo a etanal o acetaldehído, que se produce en el hígado por acción de la enzima alcohol deshidrogenasa.
La cianamida cálcica se comercializa en forma de gotas orales, y entre los efectos secundarios tóxicos que provoca consumirlo junto a bebidas alcohólicas figuran vómitos, mareos y visión borrosa, además de arritmias, lesiones en el hígado, náuseas, ansiedad, dolores de cabeza e hipotensión. El consumo prolongado puede dar lugar a colapsos cardiorrespiratorios. Estos síntomas encajaban con los presentados por los trabajadores perjudicados, que mejoraban su estado de salud durante periodos sin acudir al lugar de trabajo.
Se trata de una sustancia inodora, incolora e insípida, por lo que se ha empleado como veneno con anterioridad, pero su LD50 o dosis letal mediana es relativamente alta: unos 21 g de cianamida por vía oral calculados para un individuo de 70 kg. En España, su uso está sujeto a prescripción facultativa, por lo que el individuo de Gijón obtenía el fármaco mediante vías dudosas, consiguiéndolo en una farmacia de la localidad en la que tenía confianza. De confirmarse esto, el farmacéutico se metió un buen lío.
Fuente:20minutos: Condenado a 48 años el acusado de envenenar a 19 compañeros de trabajo en una sidrería de Gijón