El Kakapo vive al sur de Nueva Zelanda, mide unos 60 cm y puede llegar a pesar de 3 a 4 kilos, y claro con ese peso y sus cortitas alas poca capacidad de vuelo tiene.
El antepasado prehistórico del kakapo emigro a Nueva Zelanda y debido a la falta de predadores perdió su capacidad de volar. Durante la colonización Polinesia y Europea se introdujeron algunos predadores como los perros, las comadrejas y los gatos, los cuales prácticamente arrasaron con la población de kakapos. En 1890 se comenzó un plan de conservación que comenzó a tener éxito hasta 1980. Los kakapos que sobrevivieron viven en las islas Chalky y Coldfish en donde no hay predadores y son monitoreados constantemente.
El color de sus plumas es verde musgoso con un poco de negro al final, por lo que les es fácil camuflarse entre las hojas de la vegetación. Como sus plumas no sirven para volar, son muy suaves, sus caras son muy redondas y semejan a las de los búhos, así que los primeros europeos que los vieron los comenzaron a llamar el loro-búho.
El pico del kakapo está rodeado de unos ligeros "bigotes" que le sirven para "sentir" el terreno ya que caminan con la cabeza baja siempre en busca de comida. Sus patas están bien diseñadas para caminar en la tierra, así como también para escalar.El gobierno neozelandés está trabajando para recuperarlo, tan sólo quedan 124 ejemplares.
Se encuentran en dos islas limpias de depredadores: Codfish y Anchor. El gran problema es que sólo ponen ocho huevos cada dos o cuatro años.Esto se complica con las hembras que no llegan a ser fértiles hasta las 11 años y no todos los huevos tienen dentro pollitos. La solución, de momento, puede ser la inseminación artificial.
Esperemos que com ha ocurrido con otros variedades de loros como la cotorra orejigualda ( Ognorhynchus icterotis) que va recupernandose en las selvas de Ecuador y Colombia y no siga el paso del Dodo.