En 1961 Audrey Hepburn protagonizó de forma brillante una de las cintas que cambió la historia del cine. Década y media después, allá por 1977, aparece en Valladolid la joyería María Cantalapiedra. Hoy en día, los más de 30 años de experiencia se hacen notar.
La mañana del pasado sábado, 15 de diciembre de 2012, un elegante y reducido ejército de interesados por su trabajo en particular, y la moda en general, nos dimos cita en el número 7 de Calle del Val. Con motivo de las oportunas nuevas colecciones de Boheme, Labruixeta y Plata de Palo , entre otras, como si quisiesen que llegásemos al fin del mundo con un aspecto impecable. Otorgando un sinfín de juegos de bisutería, practicando un misticismo difícil de lograr para muchas marcas.
Sonaba el “All I want for Christmas is New Year´s day” de Hurts, y Labruixeta apareció con un inquietante tono de naturaleza, de sencillez. Pulseras, collares y demás complementos que parecen sacados de cualquier film de Lars Von Trier. Grata sorpresa la de Plata de Palo, con un salvaje toque vintage, añadiendo a los meros ornamentos una genial pincelada de bolsos, un avance vanguardista que han sabido acoger tanto las marcas como la joyería.
Y si Audrey desayunaba día tras día frente a “Tiffany & Co”, la comida más importante del día nos la sirvió el sábado Dulces&Sueños, que se sentaron en la linea que marcaba la altura de la ocasión. Una ocasión con toques navideños.
Un texto de Óscar García Sierra para Ruta 42.

Ruta 42
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