El Principado de Asturias ha sido la comunidad autónoma menos castigada por la pandemia del coronavirus. Esperamos y deseamos que siga siendo así y que, con toda prudencia y responsabilidad, podáis hacer una escapada a alguno de los municipios de esta bellísima Comunidad para disfrutar en familia de su naturaleza, playas, cultura y de su alabada gastronomía.
Os proponemos una escapada en verano con alojamiento rural a una de sus localidades más bonitas, Ribadesella, una villa marinera -con uno de los puertos más destacados en el siglo XIX- y reconocida con la Excelencia Turística desde 1997. Este año las piraguas no descenderán por el río Sella, uno de los atractivos de la zona y fiesta de interés turístico internacional (el famoso Descenso se pospuso, en principio, de su fecha habitual, 8 de agosto, a primeros de septiembre, pero finalmente ha sido cancelado por seguridad), pero sí podréis gozar de las muchas propuestas del bello municipio.
Una villa marinera con muchas propuestas
Miradores en acantilados bordean la villa dividida por el Sella -y comunicada por un puente-, la rodean montañas y lugares naturales protegidos y hay que destacar su casco urbano, totalmente peatonalizado. El Parque de La Atalaya, a los pies de una torre cubierta de vegetación del mismo nombre, cuenta con zona infantil. Desde la Torre, a la que se puede acceder fácilmente por un camino asfaltado, se contemplan bellísimas vistas de playa y montaña. Allí, sin salir del casco histórico-urbano, os toparéis con bellezas arquitectónicas: casonas y palacetes de los siglos XVII y XVIII. Destacan la Casa de los Ardines o la Casona del
Escudo.
También muy cerca está la Playa de La Atalaya, que en realidad es una cala junto a otra playa, la de Santa Marina. Incluida en las playas de la Costa Verde Asturiana, está catalogada como paisaje protegido. Es un lugar tranquilo de obligada visita.
Cuevas, un museo curioso y rutas de dinosaurios
Miles y miles de años de historia apasionante rodean la villa. Una de esas huellas históricas es la Cueva de Tito Bustillo, junto a la desembocadura del Sella y en el macizo de Ardines. Las galerías con curiosas formaciones geológicas y estalactitas os admirarán a todos. En 2008 fue declarada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Se pueden visitar de miércoles a domingo, en dos pases, a las 10:15 y a las 17:00 (salvo los días 3 y 4 de agosto). La visita está restringida a un máximo de 15 personas y las entradas se deben adquirir con antelación en centrotitobustillo.com. La zona cuenta con más cuevas de interés cuya visita podéis consultar en la página de turismo de Ribadesella.
Muy curioso es el museo al aire libre, en la ruta histórica del puerto, en el que en seis grandes paneles el dibujante y escritor Antonio Mingote (1919-2012) dejó plasmada, con sus geniales 'viñetas', la historia de la villa marinera.
Pero si algo llama la atención de los peques -aparte, lógicamente, de las playas- son las antiquísimas rutas de dinosaurios. En los Acantilados de Tereñes, en la parroquia de Leces, a menos de 4 kilómetros de Ribadesella, se pueden ver huellas y rastros de estos milenarios saurópsidos e icnitas jurásicas. El recorrido tiene dos tramos.
Y para relajarse, una casa rural de aldea
Bajo los Tilos es una casona construida hace dos siglos y que, rehabilitada, conserva todo el encanto rústico de sus inicios. Está ubicada en un bellísimo y tranquilo paraje entre montaña y bosque y a solo 5 minutos del mar. Cuenta con dos plantas; la baja es de uso compartido, con salón-comedor con chimenea y bar, y en la planta superior se encuentran seis grandes habitaciones dobles con baño completo cada una de ellas.
Desde la casa rural parten varias y bellas rutas de senderismo. Se admiten mascotas. Las actividades, entorno, precios y disponibilidad se pueden consultar en su web y en el blog que incluye: bajolostilos.com.
Dónde. Santianes del Agua, 6. Ribadesella. Teléfono: 985 85 75 27.
Una visita casi obligada a Gijón
Si ya queréis completar vuestro periplo vacacional de vuestra escapada en verano os recomendamos acercaros a Gijón, otro destino con encanto. Lo podreis hacer a la ida o a la vuelta. Con reservaros un día para la visita será suficiente, al menos, para quedaros con la cosa de que debéis volver a esta bonita ciudad asturiana.
Además, son poco más de 60 kilómetros los que separan ambas localidades y tiene mucho que ver. En un anterior artículo ya os hable de ella, al ser considerada como una de las mejores destinos urbanos para la familia de 2019. Os dejo el enlace, que espero os sirva de guía en vuestra visita: Qué hacer y qué ver en Gijón, mejor ciudad familiar 2019. ¡Ya me contareis como os ha ido!