Revista Medio Ambiente
Ayer amaneció el día completamente despejado, hacía tanto tiempo que no veía un día así, con el cielo azul y sin ninguna nube en el horizonte que ya ni me acordaba de como era. En el Playón de Bayas, la marea baja había dejado al descubierto las grandes rocas que como monstruos petrificados descansan sobre el arenal. Al fondo, la marejada que apenas dio tregua en los últimos meses, rompía contra la peña la Deva pintando la mar de espuma blanca.
Aprovechando el azul del mar y del cielo, os dejo el enlace a esta canción de Antonio Vega que hace días que no me quito de la cabeza. Que la disfrutéis.