Un día como otro cualquiera
Un ejército silencioso de sombrillas y toallas te da la bienvenida a la playa. Echas un vistazo a tu arenoso vecino y descubres que está ojeando un periódico deportivo. Su mujer se mueve inquieta por acaparar hasta el más ínfimo rayo de sol. La sorpresa brilla por su ausencia. Ella lee el último best seller que se ha puesto de moda, con rabiosa satisfacción, porque estaba ya cansada de que sus amigas se lo destriparan. De pronto, aparece un negro con una cantidad ingente de trastos, cuya inutilidad es sobradamente manifiesta, pero argumentas que no hace daño a nadie y que ojalá logre alguna venta. Unos niños juegan a ser arquitectos en la orilla, el llanto de uno de ellos, es la señal de que se desmorona su castillo de arena. Un día en la playa, un día como otro cualquiera.Autor: David Sánchez