Siempre que tomo alguna decisión en mi vida por insignificante que sea, o por importante que sea, lo primero que se viene a mi cabeza es el bienestar y la tranquilidad de mis hijos, que sean felices dentro de lo que cabe.
Dada la evolución de Sara, su edad cronológica es de 14 años, pero su mente es de un bebe de dos o tres años. Yo procuro manejar el trato hacia ella para que no sea ni muy consentido como un bebe menor, ni tan exigente como para una señorita.
Le gusta el maquillaje, pintarse las uñas, ver cocinar, y todo ese tipo de cosas que a las niñas les gusta hacer o ver hacer de sus madres, así que dentro de lo que cabe con sus respectivos cuidados, ella esta incluida en cosas de niñas, pero también de señoritas.
Hace poco para el día de las madres me hice poner uñas en gel, quería verme bonita para ese día aunque no tenia ningún evento planeado, la manicurista vino a mi casa e hizo su trabajo. Durante el procedimiento vi tan concentrada a Sara que decidí hacerle poner tips en sus uñas, le quedaron preciosas, en mis planes estaba que tendríamos citas de control y se vería muy linda con sus uñitas arregladas.
Al finalizar todo eso de las uñas decidí recostarme por algo menos de una hora, cuando desperté cual fue mi sorpresa, SARA SE HABÍA COMIDO LAS UÑAS, aun no me lo puedo creer, no duro ni una hora con sus uñas arregladas, y lo peor, se las comió, solo encontré un pedazo de uña de las 10 que le pusieron.
No sabia si reírme o llamarle la atención, solo en mi cabeza pasaba que estando solita se iba a dejar sus uñitas quietas y bonitas, cuando se, por experiencia propia,
lo traviesa que puede ser. Después de esto obviamente confirme que cualquier arete, cadena, uña, o moña que le coloque a Sara, sera con la condición de que se puede perder o dañar en manos de ella, y estaré preparada para aceptarlo.
Así pues termino un día de belleza con mi Sara