Amanece muy pronto en Valladolid, la ciudad yucateca que me sirve de campo base para visitar una nueva maravilla. Me preparo rápido y a las 8:30 am. estoy en la estación esperando a tomar el bus local hacia la maravilla 17. Estoy en México, el destino es Chichén Itzá, el mundo maya vuelve a apoderarse del viaje tras Palenque y Tikal.
Pinceladas históricas
Chichén Itzá fue fundada por los itzaes, un pueblo maya-chontal venido del oeste. Los itzaes conquistaron la ciudad e introdujeron el culto a Kukulkán.
El nombre de Chichén-Itzá tiene raíz maya y significa en la orilla del pozo de los itzáes.
Se estima que se construyó alrededor de los años 435 y 455. Aproximadamente en el año 500 se edificaron los edificios de la zona sur: la Iglesia, el Akab-Dzib, la Casa Colorada, la Casa del Ciervo y el Edificio de las Monjas. Las edificaciones principales que ahí perduran corresponden a la época de la declinación de la propia cultura maya denominada por los arqueólogos como el período posclásico.
Pirámide de Kukulcan a primera hora
La ciudad tuvo su mayor apogeo por el año 987, cuando se convirtió en el centro político más poderoso de esa parte del Yucatán. En esa época, la ciudad llegó a ocupar aproximadamente 25 kms. cuadrados.
Destino Chichén Itzá
Como suele ser habitual, el tiempo en México funciona de otra manera a España. Los horarios son aproximados y el famoso “ahorita”, pueden ser minutos u horas. En esta ocasión el retraso rozó la hora, así que sobre las 9:15 salió el bus con destino Chichén Itzá.
El trayecto es corto, no llega a la hora, así que antes de las 10 am. ya estoy en la entrada del recinto que, como no puede ser de otra manera, está flanqueada por un enorme mercado de artesanía. Todavía es temprano y no te asaltan los comerciantes, veremos a la vuelta…
Abono la entrada, con un precio algo elevado, casi 150 pesos (y que no deja de subir con los años) y entro al complejo. Tomo buena nota del mapa del recinto y de las diferentes rutas disponibles, ya que hay que diferenciar el Chichén Nuevo y el Chichén Antiguo, con referencias toltecas y mayas.
Mapa de Chichén Itzá
Es buena hora, podré hacer toda la visita completa sin prisas, a mi ritmo, con calma. El día lo preside un Sol de justicia, que es de agradecer cuando uno visita las maravillas, ya que te dan las tonalidades adecuadas y te permite contemplar todos los detalles en su máximo esplendor.
Primeros minutos en la maravilla
La primera curiosidad de Chichén Itzá está en encontrar lo más importante al principio, no como en otros complejos mayas que debes caminar bastante hasta descubrirlos. Aquí entras y te encuentras de frente la bellísima Pirámide de Kukulcán. Impresiona verla en el centro de la gran explanada, los detalles son espectaculares.
El Castillo o Pirámide de Kukulcán
Apenas hay gente, por lo que puedo hacer las primeras fotos con total tranquilidad; sin embargo, prefiero caminar hacia la izquierda y dejar la pirámide para más adelante.
Camino hacia el “juego de pelota“, la cancha más antigua de Mesoamérica y en buen estado de conservación. Se aprecian los anillos/aros por los que se anotaba, con relieves de serpientes entralazadas, así como las inscripciones en los muros de juego, donde se explicaba el desarrollo del mismo.
Anillo de anotación en el juego de pelota
El sonido es otra de las cosas que hace especial al lugar, ya que reverbera mucho, es decir hay un gran eco. Eso se encargan de probarlo varios guías dando palmadas con sus grupos. Es un efecto curioso.
Cada dos pasos que doy, uno lo hago hacia atrás para volver a mirar a la Pirámide, me tiene hipnotizado y se sigue observando su parte superior desde el juego de pelota. Llego al final del recinto de juego y se aprecian sus dimensiones, 168 metros, tuvo que ser un espectáculo grandioso verlo en funcionamiento.
Cancha del juego de pelota
Plataformas y cenote sagrado
Los siguientes lugares son 3 plataformas, con forma similiar a pequeños templos. Así encontramos la plataforma de los cráneos, con detalles muy peculiares en la piedra; la plataforma de Venus, eclipsada por su ubicación frente al Castillo y la plataforma de las columnas.
Detalles de templos en Chichén Itzá
Es tras visitar la última plataforma cuando te encuentras el camino hacia el Cenote Sagrado, que en realidad es un camino de tierra, rodeado de árboles y flanqueado por decenas de tenderetes en el suelo vendiendo artesanías y todo tipo de souvenirs.
Este tipo de cosas son las que deben cuidar las maravillas del mundo, no es razonable que te pases toda la visita escuchando cómo te ofrecen los mismos productos una y otra vez. Unos cuantos puestos está bien, se entiende, pero en Chichén Itźa encontramos más de 150 puestos distribuidos por todo el recinto.
El Cenote Sagrado fue una decepción visual, lo que en su momento fue algo muy importante, ahora no tiene especial relevancia. Quizás es que no hay un buen lugar para apreciarlo, porque a pesar de sus 60 metros de diámetro y 15 de profundidad, no consigues visualizarlo con claridad.
Cenote Sagrado
En este cenote llamado sagrado, se realizaban ofrendas al dios Chaac, señor de las lluvias, que consistían en objetos valiosos y la tradición dice que también sacrificios humanos.
La estrella: la Pirámide de Kukulcán.
Mi siguiente destino era el Castillo o Pirámide de Kukulcán, el lugar estrella del recinto, la foto que todos conocemos de Chichén Itza. Una pirámide de 60 metros de lado y 24 de altura, formado por 9 cuerpos escalonados que simbolizan los planos del inframundo.
Hasta hace unos años se podía subir por sus escalinatas y contemplar todo el recinto desde arriba, pero debido al deterioro que sufría por el paso de personas, se decidió dejar de permitir. Ahora hay que conformarse con verla desde abajo.
Cada lado de la pirámide tiene una gran escalinata, 91 escalones por lado y 1 más que conduce al templo superior, dando 365 escalones, uno por día del año. Balaustradas de piedra flanquean cada escalera, y en la base de la escalinata norte se asientan dos colosales cabezas de serpientes emplumadas, efigies del dios Kukulcán.
Desgaste en los lados este y sur del Castillo
Es grandiosa y tengo la suerte de poder sentarme a contemplarla en un tronco sin apenas personas a mi alrededor. Camino alrededor de la pirámide y se puede apreciar perfectamente como sus lados este y sur están más deteriorados, siendo la cara oeste (la que encuentras nada más entrar) y el lado norte, los mejor conservados.
Panorámica del lado este del Castillo
Destaco dos curiosidades sobre el Castillo. Una es encontrar muchas piedras en las escalinatas con números, esto es debido a que se extraen para su estudio y se enumeran para saber su colocación exacta.
Numeración de piedras del Castillo
La otra es que a pocos metros de la cara este se han encontrado unas tumbas hace pocos años y actualmente la zona está acordonada y en estudio.
Templos y columnas
Tras el castillo, continúo la visita hacia la zona de la plaza de las mil columnas, rodeada de varios templos: templo de las grandes mesas, templo de los guerreros y el templo de las pequeñas mesas.
Esta zona está bastante deteriorada y no se pueden apreciar con detalle los templos, asimismo las columnas están en su mayor parte destruidas, pero aún así quedan un buen número de ellas, quedando bonitas imágenes.
Templo de las mil columnas
Me adentro en el interior del mercado, donde debes dejar volar tu imaginación y sentirte atrapado por el entorno, porque es una pena, pero es de las zonas peor conservadas de Chichén Itzá. Caminas entre multitud de piedras y rodeado por una densa vegetación, abrazando árboles a cada paso que das, pero debes leer en detalle la información sobre cada conjunto arquitectónico para poder imaginar cuál fue su forma y función original.
Entrando al mercado
Zona central de Chichén Itzá
Vuelvo a rodear el castillo y oriento mis pasos hacia la zona central de la maravilla, la primera visita es el cenote Xtoloc, que le pasa algo similar al cenote sagrado, no consigo tener una buena perspectiva para verlo, por más que me empeño en adentrarme entre las ramas de los árboles, esquivando a los grupos organizados que comienzan a llegar.
El sendero que te conduce hasta los próximos lugares comienza a ser de hora punta y además de un sólo carril, porque estás rodeado de puestos de artesanía, con el tan habitual reclamo de 1$ en los comerciantes.
Animalitos que te encuentras en CI
Llego a la plataforma de las tumbas y a la tumba del gran sacerdote, que tiene algunas partes en buen estado de conservación, la puedes rodear por completo y es interesante detenerse unos minutos a contemplarla y leer sobre su historia.
La tumba del gran sacerdote es un edificio de cuatro escaleras con alfardas, formadas por serpientes entrelazadas y su curiosidad es que está construido sobre una profunda cueva, ya que en su origen era un lugar de culto, no un templo funerario.
Caminando unos minutos más llegas al otro punto clave de la maravilla: el Observatorio o Caracol, que recibe este nombre por la escalera espiral que se encuentra en el interior de la torre y debido a que permitía a los mayas observar los cambios en el cielo, ya que Yucatán es una zona muy llana, perfecta para esto.
El edificio es majestuoso y está en un estado de conservación aceptable, la pena, como sucede en los otros edificios del complejo, es que no se puede visitar su interior.
Para finalizar la zona central encontramos la casa colorada, en un estado bastante precario de conservación, y que recibe este nombre al encontrarse restos de pintura roja en su descubrimiento. Su uso parecía ser el de residencia asociada con el osario cercano.
Zona sur de Chichén Itzá
En esta última zona de la maravilla encontramos la iglesia, el templo de los tableros esculpidos, las monjas, Akab Djib, el juego de pelota de las monjas y los patios este y noroeste.
Edificio de las monjas
Paseo por todos ellos, pero empiezo a sentirme incómodo por la cantidad de gente que hay, sobre todo grupos de 15-20 personas con guías que se creen los dueños del lugar, sin dejarte casi respiro para tomar una simple foto, ya que se hacen con toda la zona que explican. Permanezco otros 15 minutos en la zona sur, pero decido volver hacia la pirámide de Kukulcán para intentar hacer las últimas fotos.
Últimos instantes en la maravilla
Regreso hacia el castillo y, como era previsible, lo que era tranquilidad hace unas horas se ha convertido en una feria. Cientos de personas en cualquiera de los lados de la pirámide, sobre todo en su lado norte.
Comienza la fiesta en Chichén Itzá
Aún así consigo encontrar un lugar en la cara sur, donde sentarme a la sombra, para poder seguir contemplando este prodigio arquitectónico con calma y tranquilidad.
Volví a rodear por completo el castillo, tomé las últimas fotos y decidí que era un buen momento de regresar a Valladolid. Encaminé la salida sin saber muy bien los horarios de regreso, pero sabía que algún bus habría y tras unos 30 minutos conseguí volver a la ciudad, no sin antes evitar las decenas de comerciantes que intentar venderte las “artesanías de último minuto”.
21W en Chichén Itzá, maravilla 17
Y con la visita a Chichén Itzá, la maravilla 17 de 21W, concluyen los relatos por México, un país que ha enamorado, por su gente, por su comida y por lugares tan espectaculares como éste.