El post de hoy no lleva fotos, a lo mejor algún dia.
He estado en un "colegio" muy especial, está en un vertedero, a las afueras de un barangay llamado San Pedro.
El "colegio" es de los únicos edificios de ladrillo que hay en la zona. Tiene unos 8 metros cuadrados mas un "aseo" que consta de taza de váter y grifo.
ALIG, o sea, el grupo de mujeres expatriadas en el que estoy, tiene varios proyectos de ayuda y éste es uno de ellos.
Para animar a los padres a que lleven a sus hijos al colegio (es un vertedero, normalmente les ponen a rebuscar entre la basura para sacar algo de dinero) unas cuantas voluntarias (hoy éramos 3) se acercan y les bañan, les visten con ropa limpia y les dan fruta, galletas, zumos...
Para acceder a ésto el niño tiene que asistir habitualmente durante la semana a clase. Desde que ALIG empezó el programa (lo llamamos "Fresh Start Friday") la asistencia al colegio se ha multiplicado por mas de tres.
Llegas allí, en un 4x4, por caminos de barro casi intransitables, pasas por toneladas de basura... y te están esperando decenas de sonrisas, de entre 3 y 8 años, blanquísimas... probablemente parecen aún mas blancas de lo que son... porque el resto del cuerpo está negro. Negro.
Miradas de curiosidad, alegría infantil. Ya conocen a alguna de las que viene y el coche.
Yo les caigo bien porque mis ojos son oscuros, como los de ellos. Así que soy la encargada de meterme en el "aseo" con una chica local que nos ayuda a entendernos con los niños,un cubo, pastillas de jabón que traemos, pequeños botes de champú (los guardamos, cuando vamos a hoteles y demás) un par de estropajos y un par de cepillos para la ropa. Una esponja no serviría.
Impresiona mucho. Alguno entre los mas pequeños tuerce un poco la cara si le entra jabón en los ojos o con el primer cubo de agua fria. Ninguno de los más de 50 niños ha llorado. Símplemente se dejaban lavar, y para muchos era una auténtica fiesta tocar la pastilla de jabón y estar bajo el chorro de agua de un cubo. No conocen el agua corriente.
Con los cepillos para la ropa les frotaba los pies, pero era imposible en la mayoría de los casos. Era suciedad muy incrustrada, de andar descalzos por el basurero dia tras dia. Algunos tenían heridas en los pies.
Ninguno llevaba zapatos.
Muy pocos llevaban ropa interior.
Mi compañera les secaba y cepillaba el pelo que posiblemente nadie había cepillado desde el viernes anterior.
La otra compañera leía cuentos en inglés a los que esperaban o los que ya habían acabado, o les enseñaba fichas para que adivinasen el animal, color, número etc.
No sólo llama la atención lo rápido que aprendían todo sino el entusiasmo que ponían.
Supongo que entre estar allí sentados (si, tenían sillas de plástico, todo un lujo) con un ventilador (tampoco tienen electricidad) y estar al sol en el basurero...
Me gustaría enseñarles esto a los niños que piensan que el colegio es un "fastidio", una "lata"...
Antes de acabar la clase les dimos un plátano, un zumo y unas galletas a cada uno. Algunos mayores se lo guardaban. Pegunté por qué a la chica que estaba conmigo y me dijo que era para llevárselo a sus familias.
Nuestra otra ayudante era Maria Rosa, una chica de unos 12 años, con espina bífida. Ella elegía la ropa, entre la que traíamos, para vestir a los niños después de la "ducha". Chanclas esta vez no teníamos. Pero para el próximo viernes vamos a comprar ropa interior.
Al entrar venían directamente desnudos, o con una camiseta tan grande que servía de vestido... y ropa totalmente desgastada.
Maria Rosa tenía un ojo increíble para las tallas, y se reía cuando le decías lo bonito que era su pelo o lo bien que hablaba inglés.
Con la ropa había un pequeño problema.
Casi todo el grupo de ALIG es de procedencia americana. ¿Resultado? ROPA ENORME. Una camiseta de niña americana de 3 años valía para una de 6 o 7, pero una camiseta de una niña americana de 7 años... bueno, pues un vestido.
Por desgracia eran demasiados niños y pocos recursos. Casi la mitad se quedaron como venían, sin ropa o con su vieja ropa sucia de otras tallas.
El dia que vaya y tengamos ropa para todos haré fotos.
No voy a fotografiar a niños desnudos.