El miércoles 1 de Julio, fue el elegido para irnos a pasar el día al Parque Warner. Fui con mis dos pequeños (o grande, si hablamos del príncipe, de 11 años), mi hermana y mi sobrina. Os voy a contar con todo lujo de detalles como lo pasamos, las cosas buenas y también las malas, porque no. Aquí, sinceridad ante todo.
Llegamos sobre las 12, y para entrar, tienes que pagar parking sí o sí. 8 eurazos al sol, 10 a la sombra de los árboles. Para mi gusto, un poco excesivo. Lo dejamos al sol, porque, total, cuando nos fuéramos, ya iba a ser tarde…
Una vez aparcados, nos dirigimos a la entrada. Y lo que más nos gustó, era que casi no había gente. Qué diferencia más grande, la otra vez que fui, hace 4 años, fuimos un sábado, por cuestiones de trabajo. Y había gente para aburrir, colas en todas las atracciones…. Vamos, que ir un día de diario, no tiene comparación. También imagino que se notará la crisis y que no todo el mundo puede permitirse lo que cuesta. Pero comprando las entradas online, te puedes ahorrar bastantes eurillos, que hay ofertas en las que te ahorras más de 10 euros por entrada, descuento nada despreciable con los tiempos que corren.
En la entrada hay carteles en los que pone que no se puede entrar con comida. Nosotras nos íbamos a pasar el día en plan picnic, con tortillas y filetes, hasta la barra de pan compró mi hermana. Y nos encontramos que miran los bolsos para entrar, así que nada, a ver dónde dejamos la comida……. Íbamos a preguntarle al señor que miraba los bolsos, pero, no vio, o no quiso ver, la bolsa de plástico llena de comida, así que entramos con ella. Nos preguntábamos como íbamos a hacer a la hora de comer. Pero, la verdad, en nuestro caso, no resultó un problema. No sé si es porque era un día de diario y hay menos gente, pero la mayoría de los bares estaban cerrados. En cambio, todas las sillas y mesas de los mismos estaban ocupadas, llenas de gente con sus propias tortillas y sus propios filetes…Lo que no llevábamos era bebida, por aquello de que no se calentaran y tampoco queríamos cargar con una nevera, jejeje. Y eso, también me pareció excesivo. Madre, que precios los refrescos de las máquinas. Una barbaridad. Y con el calor que hace, necesitas refrescarte a menudo, así que, preparad la cartera. Bueno, en compensación diré que hay fuentes de agua fresca colocadas en varias zonas del parque, así que aprovechábamos para beber y para rellenar botellas, que el agua es gratis.
El parque Warner está dividido en varias áreas temáticas. Y por cuestiones lógicas, nos fuimos directamente a la zona infantil. Es la zona infantil más grande de los parques temáticos de España. Y la verdad, está genial, hay atracciones para todas las edades.
Pudimos probar la nueva atracción, Academia de pilotos Baby Looney Tunes. Bueno, la pequeña y yo nos quedamos abajo. No la dejaban subir debido a su corta estatura. Y eso es algo que no acabé de entender, porque en otras atracciones del estilo, subiendo acompañada, claro está, si la dejaban. Esta atracción va por el aire, por un carril, son unos aviones muy monos que hacen un largo recorrido. Aquí, tengo que decir que para mi gusto, les ha fallado ponerles a los aviones un tejadito para que diera sombra, porque a pleno sol, te mueres del calorazo que hace.
Hicimos un recorrido por la meca del cine en el Cine Tour; disparamos a fantasmas en la Casa de Scooby Doo; apagamos incendios con el pato Lucas; nos refrescamos con los Juegos de agua de ACME; repetimos en varias ocasiones en los Rápidos ACME (ahí disfrutamos todos un montón, nos turnábamos para quedarnos con la pequeña y salir todos empapados); montamos en helicóptero; y en un barco que iba a Toda Máquina; nos montamos en el Autobús de Piolín y Silvestre; y en un carrusel precioso.Mi hermana y el príncipe probaron una atracción, He visto un lindo gatito, donde iban tumbados y subían y bajaban, muy divertido. Y muchas otras que no voy a nombrar, pero se nos fueron las horas subiendo y bajando.
Aviso, si vais en época de llevar calzado de verano, llevad unos calcetines para los más pequeños. Hay una zona, ACME Park, llena de toboganes, piscinas de bolas, y pasadizos, que no pudimos usar porque no llevábamos calcetines.
También fuera de la zona infantil, hay atracciones en las que poder disfrutar en familia. Las atracciones de agua fueron las favoritas, hay varias, Río Bravo, Cataratas Salvajes y El Oso Yogui, donde pasas un montón de risas y sales chorreando, literalmente. Conviene llevarse una muda de ropa o en su defecto, el bañador, vimos a mucha gente luciendo tipo por el parque.Lo mejor del día fue, que al haber poca gente en el parque (por la mañana, por la tarde empezó a llegar más gente, hay una entrada de tarde a precio más reducido), pudimos repetir en algunas atracciones sin tener ni que bajarnos, ¡¡una gozada!!
Además de las atracciones, hay varios espectáculos que se reparten por el parque. Loca Academia de Policía es digna de mención. Nos quedamos boquiabiertos con las cosas que hacen con los coches, persecuciones, carreras, coches a dos ruedas, motos y hasta camiones, en un espectáculo con mucho olor a gasolina y mucho ruido, pero sobre todo, con mucha acción. Hasta la pequeñaja aplaudía emocionada.
Por el parque, y a distintas horas, pasan alguno de los personajes Warner y se paran para que puedas saludarles y hacerte una foto con ellos. Estuvimos en el Camerino del Pato Lucas y en Casa de la Abuelita, donde pudimos saludar al pato y a Piolín. Vimos un Teatro de Caperucita Roja y el Musical de Robin Hood. Precioso, nos encantó. A la entrada, te dan los horarios de todos los espectáculos, así que antes de empezar con las atracciones, nos planeamos a las que íbamos a ir y las horas, para no perdernos detalle.
En esta ocasión, dejamos de lado las atracciones más intensas, por cuestiones obvias. A mí me encantan las grandes montañas rusas, ponerme boca abajo, dar vueltas vertiginosas…pero no me gusta montarme sola, claro. Y ni mi hermana ni el príncipe querían subirse a esas conmigo (aunque el niño sí probó una montaña rusa, la de Tom y Jerry, de intensidad moderada), así que, esta vez, me quedé sin mi dosis de adrenalina.
Yo, como siempre, me llevé varios portabebés, para llevar a la gordi en brazos, porque andando se cansaba, se escapaba por todos lados y correteaba en dirección contraria a donde queríamos ir, jejeje. Y así, a la hora de la siesta, se quedó dormida pegadita a mamá, a pesar del ruido de la gente y de las atracciones. Y cada vez que quería su teta, ¡pues arriba!Por la noche, hay un espectáculo en el lago, Hollywood Fantasy, de luces y sonido, al que no pudimos quedarnos porque las pequeñas ya estaban rendidas. Pasamos un día inolvidable, deseando repetir, aunque dentro de unos meses, que mi chiquitina sea un poco más grande y pueda montarse en más cosas. Y las horas se pasan volando. Estuvimos allí 10 horas y no nos dimos ni cuenta. Si podéis ir, os lo recomiendo, y si podéis quedaros por la noche también, pues mejor, así aprovecháis mejor el día.
Y vosotros, ¿habéis ido al Parque Warner?