¡Hola bonitos! ¿Cómo va ese mes de diciembre recién estrenado? Seguro que ya estáis pensando en preparar los regalos, en las fiestas, en turrones y en todas esas cosas que estarán aquí en dos días, ¡no queda nada para la Navidad! Nosotros estamos a puntito de terminar la temporada, este finde tenemos las dos últimas bodas, y bien felices que estamos, oye, ¡con lo que nos gustan las winter weddings!
Por otro lado, parece que (¡al fin!) nos estamos poniendo al día con el blog… La verdad es que durante la temporada nos es difícil actualizarlo pero ahora que casi hemos terminado tenemos muchas cosas que contaros y enseñaros.
En esta ocasión queremos contaros el evento Garden Party que la Finca Aldeallana organizó en el mes de mayo y nos invitó para que conociésemos este lugar con tanto encanto. La finca se encuentra a tan sólo 75 km de Madrid, en Valdeprados (Segovia), y tiene más de 300 hectáreas de encinas, lo que la convierte en un espacio ideal para celebrar una boda campestre cerca de Madrid.
La casa es preciosa, está decorada por Rocío Ureta Saorín, propietaria de la finca, junto a la decoradora Isabel López Quesada, con un estilo rustic chic y muchísimo gusto, y es ideal para celebrar una boda de fin de semana de esas que tanto nos gustan. Rocío nos contó que ella misma saca ideas de decoración en cada uno de sus viajes. “Aldeallana siempre está al día en decoración, salgo fuera de España para traer conceptos diferentes y busco ideas chic y novedosas de tal forma que nunca una boda es igual a otra. Esa es mi pasión”.
Tiene un salón super acogedor para celebrar una boda en invierno, una carpa preciosa para acoger a muchísimos invitados, unos jardines que te trasladan a la campiña francesa y, además, la finca tiene otra casita para alojar a algunos invitados.
Rocío preparó junto a Ciboulette Catering, Elena Bau, Dándote Ritmo, Fairy Cakes Virgina, Flores Victoria Cubo y La Sepulvedana un día perfecto para nosotros en el campo, y alejadas del estrés de la ciudad. Mirad si estaba todo cuidado hasta el último detalle que un autobús de La Sepulvedana con wifi y cargador para móvil nos recogió en Madrid (no os riáis, pero esto es algo que valoramos mucho los que andamos siempre viajando de un lado a otro; poder cargar el móvil en cualquier lugar y disponer de wifi es una maravilla!) Cuando llegamos a Aldeallana visitamos la casa y luego nos esperaba un aperitivo delicioso en el jardín, mientras disfrutábamos como niños jugando a diferentes juegos tradicionales que nos habían preparado, como los bolos o la canasta, ¡qué momentazo y qué risas! A veces las cosas más sencillas son las que más te sorprenden o divierten.
Después de este divertido rato entramos en la carpa, que estaba preciosa ese día, y disfrutamos de una comida buenísima preparada por Ciboulette Catering. Tras eso, llegó el momento de los postres, ¡y qué postres! Fairy Cakes Virgina preparó una irresistible mesa de dulces en tonos rosas a la que no le faltaba detalle; la de fotos que se le hizo a esa mesa de postres!
Luego llegaron los cafés al solecito, las risas de la sobremesa y por último, y con mucha pena, la hora de volver. Ay, ¡qué rápido pasa el tiempo cuando te lo estás pasando en grande!
Muchas gracias Rocío, a ti y a todo tu equipo, por la magnífica organización y por contar con nosotros. Y cómo no, gracias a nuestra querida Ana de La Champanera por invitarnos.Ya estamos deseando volver a esta preciosa casa y por supuesto, deseando hacer allí alguna de nuestras bodas, ¿algún voluntario para casarse en Aldeallana?
Y esto es todo por hoy! Así fue nuestro paso por la finca Aldeallana, si queréis saber más, podéis ver más fotos en Instagram con el hashtag #pasionporaldeallana. Nosotros nos vamos a preparar los detalles de las últimas dos bodas de la temporada y en nada os contamos mucho más en otros post!¡Un besazo a todos!