Un día en Gozo

Una excursión muy típica entre los visitantes de Malta es la de Gozo y Comino, dos de las tres islas habitadas en Malta. Es posible ir y venir en el mismo día aunque hay quien elige quedarse unos días en Gozo o bien en el único hotel de la isla de Comino. 
Hemos visitado Gozo en dos ocasiones y Comino en una. La primera vez que fuimos a Gozo llevábamos pocos días en la isla y fuimos por nuestra cuenta, desde San Paul Bay cogimos el autobus hasta Cirkewwa, puerto norte de la isla desde donde parte el ferry hasta el puerto de Mgarr, en Gozo.
El viaje en autobús es bastante accidentado y si es la primera vez que montas en un autobús en la isla todavía más... suelen tomar bastante velocidad por esta carretera y el pavimento no es muy bueno, por lo que más de una vez hemos visto saltar a la gente de sus asientos como si fueran en una barca, sin exagerar. 
El autobús te deja en el mismo puerto y el ferry no tiene pérdida, ya que en la zona no hay mucho más que un hotel, donde se encuentra la famosa playa de arena de Paradise Bay. La compañía del ferry es Gozo Channel y el precio del trayecto normal es de 4,65 euros y si llevas coche, algo más de 15 euros.  En verano sale un ferry cada 45 minutos y se paga sólo al regreso.
El trayecto dura unos 25 minutos que pasan volando porque vas entretenido mirando la isla de Comino y viendo Malta desde el mar. Además, hay cafetería en el interior del barco. 

Puerto de Mgarr en Gozo

Una vez en Gozo pagamos los 2,60 euros del billete de autobús, que es válido para todo el día. Ojo, no vale el de Malta, son diferentes. Allí también os estarán esperando los vendedores de excursiones intentando que compréis la suya a toda costa, algunos son realmente insistentes. También los encontraréis en la entrada del puerto de Cirkewwa. 
El transporte en Gozo nos pareció algo más puntual que en Malta, aunque no de todo bueno. Con los tiempos muertos de espera para tomar un autobús de un lado a otro se pierde el día y no da tiempo a visitar mucho. Sin duda es mejor, para quién se atreva, traer el coche de alquiler o alquilar uno aquí en la isla. 
Una vez en el puerto de Mgarr tomamos un autobús hasta Victoria, la capital, también llamada Rabat. El primer inconveniente del transporte público, no era posible tomar un bus directo desde el puerto hasta la Blue Window, así que aprovechamos para comer en la capital, visitar un mercadillo callejero y la Ciudatella. Subimos la cuesta hasta la Catedral, que encontramos cerrada, así que continuamos una agotadora subida que valió la pena. Es el punto más alto de la ciudad y desde allí hay unas vistas panorámicas de 360º. 


El calor es insoportable, así que regresamos a Rabat para comer algo. De camino pasamos por la iglesia de St. George, no podemos entrar porque están limpiando y han franqueado la puerta con dos sillas, pero no podemos dejar de sorprendernos de las tremendas figuras que tienen en el exterior. Con el paso del tiempo te das cuenta que son habituales en los alrededores de las iglesias de Malta, pero al principio sorprende tanta exaltación religiosa.

Basílica de St. George

El autobús hacia Blue Window estaba a punto de salir, así que decidimos no perder tiempo con la comida y comprar algo para llevar en la pasticceria.
La Blue Window, también conocida como Azurre Window o Ventana Azul es un lugar espectacular. Se trata de una roca erosionada por el viento y el mar, formando una especie de arco que recuerda a una ventana. Nada más bajar del autobús nos dirigimos hacia la derecha, en donde se encuentra el embarcadero para realizar un recorrido en barca por el interior de las rocas. Paseo totalmente aconsejable, cuesta sólo 3,50 euros por persona, a diferencia de los más de ocho euros que piden en la Blue Grotto en Malta y probablemente el recorrido es mucho mejor en Gozo. 
Subimos a la barca y de nuevo, se paga al regreso. Vamos con más gente pero sin agobios y el barquero nos introduce en el interior de la roca y nos va explicando a nuestro paso todo lo que vemos. El color del agua en algunas zonas es espectacular, no por nada es un lugar excelente para bucear... ¡imaginad cómo tiene que ser ese fondo marino! 

Embarcadero para visitar las cuevas

Vistas desde la barca

Desde allí también vemos la Roca Fungus, un islote de piedra caliza de más de 60 metros de altura, cuenta la historia que el general de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén descubrió el famoso Fucus Coccineus Melitensis, atribuyéndole erróneamente propiedades medicinales para curar la disinteria. En la actualidad la zona es una reserva natural. 
Acabado el paseo nos acercamos a pie hasta la Blue Window, queremos darnos un baño en la zona y hacer algunas fotos de cerca. Hay que atravesar una zona en la que el agua te cubre poco más del tobillo y a partir de ahí, buscar un sitio en las rocas para dejar las cosas. Con frecuencia la gente se para ahí, pensando que no hay nada más allá y ¡está lo mejor! 

Así lo hicimos y nos dimos un baño en aquellas aguas, vimos muchos buceadores saliendo del mar e incluso nos ofrecieron una inmersión de iniciación por 40 euros al día siguiente que no aceptamos. El agua es súper transparente y el fondo está repleto de peces pequeños que nadan entre tus pies. Al tratarse de zona rocosa, es áltamente recomendable hacerse con unas zapatillas de baño, no sólo aquí sino en el 99% de las zonas de baño de Malta, ya que todo son rocas.
En la zona trasera de la roca, frente a la Blue Window, se encuentra el famoso Blue Hole o agujero azul. Si la zona anterior nos había gustado, esta nos dejó sin palabras. El fondo es de un color azul brillante y totalmente transparente el agua, con frecuencia hay buzos y las burbujas que emiten se ven en color fluorescente.

Blue Hole

Blue Window - Azurre Window

Pasamos aquí un par de horas y después, tomamos el autobús de regreso a la capital de la isla. Dimos una vuelta rápida ya que el autobús a Mgarr estaba a punto de pasar, perderlo suponía esperar un buen rato y estábamos algo cansados. Dejábamos muchas cosas por visitar pero ya habría ocasión para ello. Cuesta mucho acostumbrarse al calor húmedo de Malta y los primeros días acabas el triple de cansado de lo habitual.
Llegamos a punto para coger el ferry de vuelta, ya era la hora pero había una larga cola de entrada - hay que pagar el viaje a la vuelta - y eso demora más el acceso al barco. El regreso a Malta igual de entretenido que a la ida, observando el mar y la isla de Comino desde el barco. Lo peor de todo, el bus de vuelta a San Paul Bay... pillamos un atasco tremendo y el trayecto duró el doble de lo normal.
La isla de Gozo tiene tan sólo 67 km cuadrados y con coche, puede realizarse la visita completa en un día. En otra ocasión decidimos contratar una excursión turística que directamente nos llevó a los puntos principales de la isla. No es mala opción si se tiene un tiempo limitado, para evitar así perderlo en desplazamientos. En cualquier caso, Gozo bien merece una visita.