Seamos honesto Guadalajara no es un referente del turismo en España, pero alguna vez te has preguntado qué tiene de interés esta ciudad. Si viven en Madrid, de sobra es conocida por el Corredor del Henares, pero aun teniéndolo cerca, pocos madrileños se aventuran en pasar el día en la capital de la Alcarria.
Aun así muchas veces los sitios más desconocidos, son los que más te pueden sorprender. Así que toma asiento porque vamos a descubrir lo que muy pocos conocen de Guadalajara.
Lo primero de todo, es buscar la forma de llegar. Desde Madrid la opción más cómoda es con la línea de cercanías C-2. Pero si lo tuyo es el coche la A-2 te llevará directamente.
A la salida de la estación de tren, justo enfrente, una carretera nos llevará hasta el puente (de origen árabe) que cruza el río Henares. Esta gran zona verde tiene a la vuelta el zoo municipal, no es la Casa de Campo pero está especializado en la fauna ibérica, y sobre todo es gratis.
Siguiendo por el paseo de la Estación, llegamos al Alcázar Real, o lo que queda de él que es más bien poco. Si en cambio se conserva dos de los torreones que formaban parte de la muralla medieval, el Torreón de Álvar Fáñez que se encuentra en la parte posterior de los jardines del Infantado y el Torreón del Alamín al este de la ciudad.
Alcázar Real
Más adelante llegamos a uno de los símbolos de la ciudad, el Palacio del Infantado, un edificio de finales del siglo XV, que perteneció a los Duques del Infantado. Además de recordar su fachada a la Casa de las Conchas de Salamanca, en su interior destaca el Patio de los Leones. Todo ello forma parte del Museo de Guadalajara, donde podemos disfrutar de alguna de las exposiciones o del Maratón de Cuentos que fue lo que encontramos en nuestra visita.
Palacio del Infantado
Llegamos a una calle peatonas que nos lleva a la plaza Mayor, pero antes nos desviándonos por la calle Teniente Figueroa donde podremos ver la iglesia de Santiago Apóstol (una joya del siglo XIV) y el Convento de la piedad (formado por el palacio del caballero Antonio de Mendoza y la iglesia).
El final de la calle peatonal nos lleva a la plaza Mayor y al Ayuntamiento. Para mi gusto una plaza muy normal. Seguimos por la calle Mayor hasta el final del camino, la iglesia de San Nicolás.
Proseguimos nuestro viaje hasta el Palacio de la Cotilla, un palacio que a simple vista no dice mucho, pero en su interior esconde una joya única, El Salón Chino, decorado todavía con el papel pintado original, según el estilo de la dinastía Qing. Además el palacio incluye maquetas de los principales monumentos de Guadalajara.
Salón del té
Muy cerca tenemos la capilla funeraria de Luis de Lucena, del siglo XVI, que formó parte de la desaparecida iglesia de San Miguel.
Se ha hecho de rogar pero llegamos a la Concatedral de Santa María, que comparte honor con la otra catedral homónima que hay en Sigüenza.
Concatedral de Santa María
Dejamos lo mejor para el final, Panteón de la condesa de la Vega del Pozo, cuya estilo bizantino, es uno de los edificios más bonitos de la ciudad.
Panteón de la condesa de la Vega del Pozo
Más información sobre Guadalajara
Web de Turismo de Guadalajara: http://www.guadalajara.es/es/Turismo
Dónde dormir en Guadalajara
Guadalajara es una ciudad pequeña y acogedora, por lo que es ideal como punto de partida para recorrer la Alcarria. Así que no lo dudes más, te mostramos los alojamientos más interesantes de Guadalajara.
Dónde comer en Guadalajara
Los más recomendados son:
- Restaurante El Fisgón (calle Bardales, 7): un clásico de Guadalajara, especializado en carnes a la parrilla.
- Restaurante Miguel Ángel (calle Alfonso López de Haro, 4): otro de los clásicos de la ciudad, con una calidad estupenda.
- Restaurante Lino ll (calle Vizcondesa de Jobalan, 10): Buena comida a precios normales.
- Restaurante Diego’s (calle Sigüenza, 16): comida con toques modernos, pero en cantidad.
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He estado hace menos de un año en esta ciudad y no tenía ni idea de que había tantas cosas. ¡Quedan pendientes para cuando vuelva! Es una ciudad realmente maravillosa, merece la pena visitarla al menos una vez en la vida.¡Un saludo!