El Parque Nacional de Yosemite fue otro de esos días que probablemente no olvidaremos. Fue un día agridulce porque a primera hora de la mañana nos enterábamos que mi abuela nos había dejado. Tras desechar la idea de irnos corriendo a San Francisco y adelantar la vuelta, decidimos aprovechar el día como buenamente pudiésemos.
Parece que el día estaba como yo, tristón, porque salimos del hotel y empezó a llover. El cielo estaba cada vez más oscuro y cuando cruzamos la entrada del parque pocas expectativas teníamos de que el día mejorase. El día estaba tan oscuro y llovía tanto que no se veía ni el impresionante Capitán.
Pero sabéis qué? Sí que mejoró porque empezó a nevar y, más tarde, salió el sol. Así que tuvimos la suerte de ver Yosemite nevado.
El paisaje nevado era impresionante y creo que tuvimos mucha suerte de verlo en esa situación. Lo malo fue que mi sueño de ver las sequoias no se pudo cumplir. Aunque fuimos al centro de visitantes y nos mostraron como llegar a los dos bosques de sequoias que hay en el parque, las carreteras estaban cortadas y no pudimos acercarnos. A última hora de la tarde abrieron la de Mariposa Grove, pero era demasiado tarde para que no se nos echase la noche encima y decidimos dar vuelta a mitad da camino.
Yosemite tiene una extensión de más de 3000 km2, lleno de montañas, praderas, ríos, bosques y cascadas. Fue declarado Parque Natural en 1890 y la zona más visitada es la del Valle de Yosemite, Su punto más alto alcanza los 3900 metros.
Nosotros, como la mayoría, nos quedamos en el Valle, que ocupa un 5% del parque.
La mejor manera de ver Yosemite es en coche, ya que posee una red de carreteras de varios quilómetros y no encontrarás problemas de aparcamiento. Aunque es cierto que nosotros fuimos en abril e imagino que en verano sube bastante el número de visitantes. Si váis en coche pero no queréis utilizarlo dentro del parque, podéis dejarlo aparcado y usar los shuttles.
Se puede dormir dentro del parque pero a nosotros nos pareció demasiado caro. Si encontráis un buen precio tenéis alojamiento el valle, tanto en el Yosemite Village como en el Curry Village. Disponéis además de supermercados, oficina de correos, restaurantes y oficinas de información.
Lo que nos podéis perder son los bosques de sequoias, si tenéis más suerte que nosotros, las cascadas, subir hasta Glacier Point para disfrutar de las vistas que ofrece a más de 1000 m de altura.
Las sequoias se encuentran fuera del valle y a bastante altura. Si váis en verano y entráis por el Tioga Pass os quedarían cerca las de Merced Grove y Tuolumme Grove, junto a la entrada norte del parque, por Big Oak Flat. Si entráis por el sur, podéis visitar Mariposa Grove, en donde se encuentra el famoso túnel Wawona Tunnel Tree. Famoso porque es una sequoia gigante por la que pasan vehículos. Este árbol murió en 1969 y queda sólo parte del tronco.
Si disponéis de varios días podéis optar por realizar alguna de las numerosas excursiones que hay, desde las que te llevan apenas 20 minutos a las que te llevan unas cuantas horas. Eso sí, el paisaje está garantizado