Tres monjas de paso por Madrid deben pernoctar en el convento de su orden. Al recoger sus maletas, descubren un cesto con un niño recién nacido y, aunque piensan entregarlo a la Beneficencia, deciden primero localizar a sus padres; para ello cuentan con la complicidad de Paco (Pepe Isbert), el mejor taxista que podían imaginar. (FILMAFFINITY)
El tema del bebé abandonado en un cesto, recogido por unas monjitas, ha sido retomado en dos películas posteriores "Canción de cuna" (José María Elorrieta, 1961, donde vuelve a intervenir Antonio Garisa) y otra "Canción de cuna" (José Luis Garci, 1994). El argumento, por tanto, resulta familiar. Sin embargo, el tratamiento es diferente. En "Un día perdido" la trama se apoya más en el sensacional reparto que en la puesta en escena, aunque no faltan algunos cuadros neorrealistas y algunos diálogos sutilmente irónicos, gracias a la buena pluma de Noel Clarasó. Las coreografías quedan bastante pobres (era lo que había en la época en España) dentro de su relativo atrevimiento. Como detalle anecdótico intervienen, en breves papeles, el cómico Gustavo Re y Mariano Ozores, como actor, sin intervenir en el guion ni en la dirección. La acción decae en algunos momentos y se deja llevar por el buenismo edulcorado. Con todo, el film tiene suficientes valores como para que merezca la pena su visionado. Hay que resaltar especialmente la excelente música del prolífico compositor argentino Isidro Maiztegui, autor de numerosas bandas sonoras con directores de renombre.JOSEMIDIAM