1 de septiembre de 1870: una fecha maravillosa para unos y fatídica para otros. La Guerra Franco Prusiana ha terminado. Los germanos, antes fragmentados territorialmente, van a ver consolidado su viejo sueño: el surgimiento de Alemania. Para Bismarck, el Canciller de Hierro, y para su Kaiser Guillermo I, es un gran día.
Para Napoleón III, emperador de Francia, es un día amargo. Es el día de la derrota, de la rendición ante los prusianos en la batalla de Sedán. Ello supone la pérdida de Alsacia y Lorena por parte francesa y el quedar apartada como potencia continental. Es el fin también del Segundo Imperio francés. Y el relevo de Francia por una nueva potencia continental. A partir de ahoratoda la historia europea se escribirá con una nueva protagonista: Alemania. También es un día triste para la historia posterior. En 1939, ese mismo día, la Alemania Nazi invade Polonia, dando inicio a la Segunda Guerra Mundial. Más tristezas: se acaban las vacaciones para muchos. Vuelta a la rutina, a los quehaceres diarios, a preparar la vuelta al cole. Los que tienen la suerte de tener un empleo, vuelta al trabajo. Los que no...a seguir buscándolo. Y no hay tres sin cuatro: el aumento del protagonismo de las redes sociales, en particular de Facebook y de Twitter, ha ido relegando a un segundo plano en los últimos tiempos a buena parte de la actividad bloguera. Muchos amigos han colgado el cartel de cerrado, otros han dejado en suspenso su página hasta nuevo aviso y los más nos hemos mantenido activos a pesar del oleaje. No sé qué haremos mañana, pero de momento este blog no va a cerrar. Al menos hoy no.