Revista Cultura y Ocio
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El 25 de mayo de 1987, en plena Feria de San Isidro, tomó la alternativa el diestro sevillano Fernando Cepeda, que tuvo a Rafael de Paula como padrino y a José María Manzanares de testigo, perteneciendo los toros a la ganadería de Torrealta. Rafael de Paula, como padrino de la ceremonía, era el encargado de dar el tradicional discurso al nuevo diestro. Paula, que siempre se ha caracterizado por tener un carácter muy singular, apostó por una disertación tan insólita como sorprendente. Las palabras del maestro jerezano fueron las siguientes: “Fernando, no torees muchos años, gana mucho dinero y a todos éstos, refiriéndose a los espectadores que abarrotaban la plaza, que les den mucho por el culo”. El público, lógicamente ajeno al discurso del gran Rafael, no paró de aplaudir durante toda la ceremonia.