El aparato extrae las moléculas de los tejidos utilizando pequeños volúmenes de
agua, que luego transfiere las muestras a través de tubos flexibles a un
espectrómetro de masas. (Foto: Vivian Abagiu / UT Austin)
La tecnología también fue capaz de detectar el cáncer en las regiones marginales
entre tejidos normales y cancerosos que presentaban una composición celular
mixta.
Las células vivas, ya sean sanas o cancerosas, producen pequeñas moléculas
llamadas metabolitos. Estas moléculas están implicadas en todos los procesos
importantes de la vida –como la generación de energía, el crecimiento y la
reproducción–, así como otras funciones útiles como la eliminación de toxinas.
Cada tipo de cáncer produce un conjunto único de metabolitos y otros
biomarcadores que actúan como huellas dactilares.
"Las células cancerosas tienen un metabolismo desregulado, ya que crecen fuera
de control", dice la investigadora. "Debido a que los metabolitos en el cáncer y
las células normales son tan diferentes, los extraemos y analizamos con MasSpec
Pen para obtener una huella molecular del tejido. Lo increíble es que a través
de este sencillo proceso químico, el dispositivo proporciona rápidamente
información molecular de diagnóstico sin causar daño tisular”, añade.
La huella molecular obtenida por el aparato a partir de una muestra de tejido no
caracterizada se evalúa instantáneamente mediante un software, denominado
clasificador estadístico. Este programa se ha entrenado con la base de datos de
huellas moleculares que Eberlin y sus colegas recolectaron de las 253 muestras
de tejido humano normal y canceroso.
Los médicos pueden utilizar este aparato portátil y desechable fácilmente. Solo
tienen que colocarlo sobre el tejido del paciente, activar el análisis
automatizado con un pedal y esperar unos segundos para obtener el resultado.
Según explica a Sinc Marta Sans, investigadora española en UT Austin y coautora
del trabajo, "todo el procedimiento tiene muy bajo impacto para el paciente.
Hemos logrado una tecnología biocompatible y automatizada y esperamos comenzar a
probarla en cirugías oncológicas en 2018".
"No obstante. la fase comercial tendrá que esperar", reconoce Sans, que
adelanta: "Primero necesitamos validar nuestros resultados y refinar el
dispositivo, tras los ensayos clínicos que iniciaremos el próximo año".
(Fuente: SINC)
