Revista Cultura y Ocio
Vincent, el protagonista de Rosalie Blum 1. Una sensación conocida de Camille Jourdy, es un treintañero con una vida más que monótona. Ésta se limita a su trabajo, peluquero en un pueblo de provincias en Francia, situación bastante deprimente porque se debe limitar a peinar a ancianas y a teñir de rubio a cincuentonas, las cervezas que bebe con su único amigo y una más que inquietente madre, que no sólo parece estar mal de la cabeza, sino que además no permite que se hijo de convierta, de una vez por todas, en un auténtico adulto. En definitiva, la vida de Vincent no es que sea monótona, es que es aburridísima. Sin embargo todo cambia un día. Vincent tiene un encuentro en una tienda del pueblo con una mujer que le recuerda a algo, uno de esos déjà vu que nos asaltan de vez en cuando, pero no logra identificar el recuerdo. A partir de aquí se obsesiona con esta mujer, de apariencia anodina y tirando a feucha, y se dedica a seguirla todo el día. ¡Por fin su vida tiene un sentido! Pero es que ella, Rosalie Blum, tampoco es que sea la alegría de la huerta...
¿Pero cuál es este déjà vu? Habrá que esperar a los dos siguientes volúmenes para saberlo. Aún así, ésta es una obra divertidísima con un sentido del humor muy fino, una buena exploración de la psique de los personajes y un dibujo que hará las delicias de todos aquellos con gustos delicados.