El juego de la moralidad deportiva. Con personajes carismáticos se entrelaza la vida de los deportistas de elite, tanto dentro como fuera del campo (la fama y el dinero por encima de todo), de sus familias (la torta de la mujer de Dennis Quaid da que pensar), del entrenador (un gran Al Pacino), del cuerpo técnico (los médicos sobretodo y sus decisiones) y de los propietarios (Cameron Diaz de mala, increíble). Como película, algo larga y al mismo tiempo frenética en exceso, pero el discurso del último partido lo vale todo.
Mi Puntuación: 7.1