En vísperas de unas fechas tan emocionantes y esperadas como son las que pronto nos visitarán, este domingo se ha respirado mucho de lo que, a buen seguro, es la antesala de algo inmenso para todos los que nos sentimos cofrades en general y sangristas en particular.
El cartel anunciador de la Semana Santa de Huévar no es otro que la genial pintura que aparece en la imagen, obra del insigne pintor sevillano César Ramírez y que fue presentado durante la mañana en el Salón de Actos local.
No hubo más que escucharle explicar cómo la realizó y qué significado tenía cada trazo de su pincel para, ni siquiera verla, alcanzar la dimensión que tiene para los sentidos. Tremenda obra.
Y para celebrarlo, un gran número de sangristas acudimos a nuestra tradicional Comida de Costalerosen nuestra Casa-Hdad, encuentro éste que es centro de ambiente focalizador de lo que en poco tiempo habrá de ser. No faltó la convivencia entre todos los costaleros de la cuadrilla de Cristo y Palio así como todos los familiares, amigo y público en general que suele asistir.
Volvieron a ser emocionantes los discursos del Hno. Mayor y Capataces así como de los costaleros homenajeados por sus 20 años de trayectoria.
Mi cuñado fue uno de ellos y aquí posa con sus padres con su bonito obsequio. Felicidades
Los tres hermanos lucen orgullosos el merecido galardón
Orgullosos de nuestro sangrismo
Un privilegio, un año más, formar parte de esta cuadrilla. Un servidor, muy cerca de la retirada; son ya 30 años y hay que ir dejando paso a otros compañeros y mi hermano, 28 años de costal y de compromiso con algo que llevamos muy adentro.
Mi cuñado Manolo haciendo piña y arenga con algunos de los costaleros de su cuadrilla
Foto de familia de parte de la cuadrilla
Mención especial debo hacer de la que ha sido nuestra sala de máquinas durante muchos años. Muchos sentimientos van a quedar ahí debajo, muchas vivencias, mucho fervor. Parihuela que hiciera mi padre a golpe de medida y puntadas de soldadura. Mucha gente inmensa de corazón ha pasado por ahí, mucha lágrima derramada y mucho esfuerzo y más satisfacciones. Ya queda obsoleta en favor de una nueva más adaptada a las necesidades de la cuadrilla.
Vaya desde este medio mi agradecimiento a un lugar confeccionado para que 30 hombres portaran en su séptima vértebra a nuestra Virgen y que tan felices nos hizo durante tanto tiempo. Hasta siempre.