Poquitos elementos hacen falta para crear una atmósfera tan agradable como la del dormitorio a continuación. Como podéis ver, la cuestión es elegir una paleta de un par de colores muy suaves, en este caso, blancos y grises claros y aplicarla en estructura y accesorios. Las paredes del dormitorio son blancas, a excepción de la del cabecero empapelada con un bonito papel pintado de Laura Ashley. Los dueños han prescindido de las mesitas de noche y sólo una Silla 7 blanca a un lado de la cama hace las veces de esta, junto a las lamparitas, dos AJ de Arne Jacobsen de pared, ponen el toque de diseño en la habitación. Especial mención para el walking closet que han creado a propósito cerrando un rincón de la habitación y poniendo a modo de pared paneles de madera, una buena idea!!
Vía: Alvhem