Un dragado incompatible con el buen estado del estuario del Guadalquivir

“Estamos en el lecho urbanizado de un viejo río. Marineros quietos de una corriente de agua que en lugar de pasar y deshacerse con el tiempo en dirección al mar nos hemos empeñado, extrañamente, en ir justo en la dirección contraria, río arriba, para hacer así honor a un falso mito.”
Son palabras de Carlos Mármol en “Nostalgia fluvial” que vienen a cuento ahora, a medida que la polémica en torno al dragado que se ha empeñado en hacer la Autoridad Portuaria de Sevilla coge volumen, sin que muchos de los que vivimos mirando a sus aguas, tan milenarias como turbias, sepamos a ciencia cierta las verdaderas consecuencias que la megalomanía humana puede traer a un estuario que ha visto pasar por sus márgenes la historia de los hombres y de las civilizaciones que se han ido diluyendo entre los remolinos de sus aguas con el paso de los años.
En sevilla report nos hemos empreñado en recabar toda la información posible en relación con esa obra faraónica que pretenden imponernos, supuestamente en aras del interés general, y ofreceros una visión profunda, documentada y atendiendo a todos los puntos de vista posibles, sobre la problemática que su ejecución conlleva.
En esta ocasión, hemos entrevistado a Lola Yllescas, activista del ecologismo de muy larga trayectoria y fundadora de Ecologistas en Acción en Andalucía, que nos ha desbrozado su visión del proyecto y de las consecuencias que podría tener sobre el estuario y los bienes que incluye. Porque Lola lo que nos viene a decir es que “El dragado no es compatible con el buen estado del estuario”. Y puede que tenga razón.