Revista Insólito
Un elefante llora al ser liberado tras 50 años de esclavitud. 15 fotos.
Publicado el 10 julio 2014 por Husmeandoporlared @husporlaredRaju es un elefante que estuvo atado con cadenas durante 50 años en Uttar Pradesh, India. Muerto de hambre y obligado a mendigar unas monedas a los turistas, permanecía atado con cadenas con clavos que le producían heridas que supuraban constantemente. Cuando Wildlife SOS, una asociación protectora de animales, finalmente lo encontró y lo dejó en libertad, el elefante Raju lloró.
Un equipo de 10 personas entre veterinarios y expertos en vida silvestre se unieron a 20 funcionarios del departamento forestal y 6 policías. Un pequeño ejército acudió a rescatarlo.
Se cree que el pobre elefante fue separado de su madre cuando era muy joven por cazadores furtivos y vendido a diferentes personas para que lo utilizaran como reclamo turístico. Se cree que Raju ha tenido hasta 27 dueños, cada cual más cruel que el anterior.
Cuando miembros de Wildlife SOS descubrieron al desafortunado elefante pidieron una autorización judicial para liberarlo, ya que su dueño no tenía ningún documento legal que pudiera certificar su origen.
Cuando el equipo de Wildlife SOS inició el rescate el propietario intentó impedirlo gritando órdenes al elefante con el fin de enfurecerlo y que atacara a las personas que intentaban socorrerlo, además de haber reforzado con más cadenas las ataduras de las patas del paquidermo.
Raju estuvo encadenado durante cincuenta años.
La misión de rescate se llevó a cabo bajo el amparo de la oscuridad, ya que habría menos gente que pudiera interferir en el rescate y el animal estaría protegido del abrasador sol.
Las heridas de Raju estaban siempre abiertas; los clavos de sus cadenas se clavaban en su carne constantemente. Las heridas rezumaban pus y sangre. Debido a que siempre caminaba por asfalto las almohadillas de sus pies habían alcanzado un tamaño desproporcionado.
Tras ser liberado lágrimas de felicidad rodaron por el rostro del elefante.
El equipo se quedó atónito al ver las lágrimas del elefante. "En nuestro interior sabíamos que el elefante se estaba dando cuente de que estaba siendo liberado."
El elefante estaba demacrado y en pésimas condiciones. Apenas comía de lo que le daban los turistas. Pasaba tanta hambre que incluso llegó a comer plástico y papel. No tenía ningún sitio donde refugiarse, estando siempre a la intemperie.
Tras ser sedado fue transportado al Centro de Atención y Protección del elefante en Mathura.
Su paseo al aire libre fue uno de los primeros placeres de su recién recobrada libertad.
Una vez en el centro recibió un baño y cuidados veterinarios de urgencia. Voluntarios del centro tardaron 45 minutos en liberarlo de las cadenas que aun llevaba en sus patas, algunas de ellas reforzadas con púas y clavadas en la piel.
Fue curado de sus numerosas heridas.
El rescate de Raju también fue muy emocionante para sus rescatadores. Cuando se cortó la última cadena de sus patas, lloraron de alegría.
Ahora vivirá feliz el resto de sus días, libre de sufrimiento.
Fuente.
publicado el 12 julio a las 07:03
Qué historia más triste pero qué final más bonito para el elefante. Esperemos que sea feliz a partir de ahora. De verdad que habría que dar un patada en el culto a algunos, por no decir algo más duro.