Revista Opinión
“Un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña y como veía que no se movía fueron a buscar a otro elefante...”. Esta conocida letra de la popular canción se oyó en la jornada vallisoletana del sábado, Día de las Fuerzas Armadas 2012. Una jornada en la que cientos de personas protestaron en las calles, mientras que otras presenciaban al Rey en el desfile del Ejército. Era su primera salida oficial fuera de la Zarzuela, tras su operación de la cadera en la polémica cacería en Botswana. “Todos los elefantes tenemos un deseo –gritaba el público, no lejos del escenario real–, que es pillar al rey y darle un meneo”. Bajo el lema “Ni privilegios reales ni gastos militares: Servicios Públicos y Sociales”, los manifestantes aprovecharon ese día en que se rendía honor a las Fuerzas Armadas para mostrar su indignación. La protesta estaba convocada por una veintena de organizaciones, entre partidos políticos, sindicatos y asociaciones que se oponían al acto militar presidido por el rey.
Muchos de los manifestantes portaban dibujos de elefantes en sus pancartas, mientras un grupo sujetaba la escultura casera de un paquidermo de cartón piedra. Otros ondeaban banderas republicanas y coreaban lemas como “Tenemos que acabar con los privilegios de la casa real”, “Cada día somos más” o “Más colegios, menos privilegios”. Manuel Saravia, portavoz de IU en el Ayuntamiento de Valladolid, acudió a la marcha, convocada también por su partido, para protestar y reivindicar que estos actos “no son necesarios desde ningún punto de vista. No tienen sentido y, en estos momentos, menos todavía”. Y apostó por sustituir el modelo de monarquía por el de una república.
El monarca, intervenido quirúrgicamente hace siete semanas, aguató de pie y sin muletas los 45 minutos del desfile, acompañado por la reina Sofía y por los príncipes de Asturias, instalados en la tribuna de la Plaza Mayor. El acto, en el que participaron 620 militares y guardias civiles, redujo su presupuesto, pasando de 1,3 millones gastados el año pasado a los 200.000 euros de la actualidad. Al final de la ceremonia, el monarca utilizó la muleta, saludando a los familiares de los 14 miembros de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil fallecidos este último año.
Celebrada casi al mismo tiempo, la marcha contra los militares y el rey salió a las 12 de la mañana de los aledaños de la Plaza de Zorrilla de Valladolid, para finalizar en la Plaza de la Universidad. Durante la recepción posterior, celebrada en el Palacio Real de Valladolid, un periodista felicitó al monarca por haber permanecido en pie durante toda la celebración, que duró cincuenta minutos y el rey, en tono distendido, señaló que él no había podido quedarse en casa. “Si no, me dan” bromeó mientras hacía un expresivo gesto con la mano.