El siglo XX ha dado grandes maestros de la Alta Costura y Valentino Garavani es uno de ellos, tal vez el último... Sus vestidos ultra femeninos con detalles de exquisita belleza, ya son un clásico indiscutible. Tal vez por ese clasicismo ha quedado un tanto relegado en las tendencias, porque por ser fiel a sí mismo, se retiró apostando a la femineidad y exaltación de la mujer en medio de estilos más vanguardistas, exóticos o andróginos. Su sello distintivo, el color rojo pasión, ha vestido a celebrities y modelos de varias generaciones, a tal punto de convertirse en un tono en sí mismo: colorado Valentino.
A lo largo de 45 años, este creador nos ha regalado verdaderas obras de arte, incluso piezas que hoy son vintage, exhibidas en museos o colecciones privadas...
Vestido especialmente creado para su gran musa Audrey Hepburn
Master piece para una Julia inolvidable...
Valeria Mazza lució varios de sus vestidos, ya sea en desfiles como en galas importantes. Fue una de sus modelos elegidas durante los años '90.
Como un homenaje a este grande de verdad, con un grupo de bloggers nos reunimos el viernes pasado para ver Valentino, el último emperador, un documental sobre el diseñador y las últimas colecciones que presentó antes de su retiro en 2008. La película nos permite acompañarlo en sus cavilaciones, dudas y nervios previos a cada evento; y además nos acerca parte de su vasta historia en el mundo de la moda. Pero sobre todo, nos ofrece un pantallazo de su vida privada: la relación afectivo-empresarial con Giancarlo Giammenti logra conmovernos por lo intensa y duradera...
Como no podía ser de otra manera, el dress code fue lucir algo colorado; y todos acatamos la consigna. Además hubo souvenirs: Marisa nos llevó flores de tela para el cabello de la dama y la solapa del caballero; y Richard, anfitrión de lujo, nos regaló una copia del film a cada uno.
En imágenes: Kathy Lady diva; Marisa; GO!nza, Richard y yo. Observen el detalle de la ambientación in red...
Como siempre digo, la película puede gustarles más o menos, pero vale la pena verla para saber un poco más de este gran creador y deleitarse con sus trajes, con el proceso de elaboración de un vestido soñado y confeccionado artesanalmente bajo sus precisas instrucciones; con la emoción que él nos transmite frente a la retrospectiva de su obra, y con la reacción de las costureras y modistas ante los trajes que ellas bordaron a lo largo de sus vidas en la casa Valentino. Un lujo a todas luces...