Un espíritu emprendedor, es incansable, inquieto y atrevido.Durante años, décadas y siglos hemos asistido al nacimiento de emprendedores, cuya escuela ha sido la vida, una vida llena de obstáculos, que les ha otorgado el don de la experiencia y el esfuerzo para mejorar día a día.
Un emprendedor es aquel que es capaz de renunciar al bienestar y apostar a caballo ganador.Siguen la premisa "quien no arriesga no gana".
Un complemento básico y esencial en esa alma inquieta, es innovar, mejorar y ofrecer lo que realmente desea los consumidores.
Con asiduidad podemos observar a nuevos emprendedores, los cuales únicamente tienen en mente su propio beneficio, un verdadero emprendedor busca el beneficio y bienestar de su cliente, vive por y para él. Un empresario tiene claro que el consumidor es el rey.
Añoro en los últimos años, con conocimiento de la situación actual, a ese emprendedor que despierta tras un sueño nocturno para dar forma a una idea innovadora, que sea capaz de cambiar o dirigirnos hacia un mundo mejor.
Se que la situación no es fácil, pero un espíritu luchador e innovador es capaz de ofrecer bienestar colectivo.
Emprender e innovar es una fórmula de cambio, de mejora y de ganas de luchar. Su sinergía hace resurguir como ave fenix de entre las cenizas.
Nieves Alonso
Becaria de Proyecto de Mobile Marketing del Departamento de Investigación de Mercados y Comercialización de la Universidad Complutense de Madrid.Community Manager Centro Superior de Estudios de Gestión.