Un estreno con espectralistas

ZAHIR ENSEMBLE
I Ciclo de Música Contemporánea de Zahir Ensemble. Solistas: Silvia Spinnato, soprano; Alfonso Rubio, flauta. Director: Juan García Rodríguez. Programa:Périodes de Gérard Grisey; Ánima de Eneko Vadillo; Ethers de Tristan Murail. Lugar: Sala Joaquín Turina del Centro Cultural Cajasol. Fecha: Martes 2 de febrero. Aforo: De tres cuartos a media entrada.
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UN ESTRENO ANDALUZ Y ESPECTRALISTAS PARA EMPEZAR
Si hace sólo una década alguien hubiera planteado la posibilidad de que coexistieran en Sevilla tres ciclos anuales dedicados a la música contemporánea, lo más normal es que hubiera sido tildado de iluso o fantasioso, cuando no de loco. Pues eso es precisamente lo que ocurre en este curso, cuando a los tradicionales ciclos de la Junta (Teatro Central) y del Ayuntamiento (Teatro Duque, en su última edición) se suma una interesantísima iniciativa del Zahir Ensemble, que partiendo de una subvención del INAEM y con apoyos de Cajasol y la Universidad ha planteado cinco conciertos en torno a la música francesa del siglo XX, de los cuales el primero tuvo lugar ayer con apreciable éxito.
El recital se acercaba a los dos máximos representantes del espectralismo, movimiento surgido en los 70 en el entorno del Ircam, Gérard Grisey y Tristan Murail, y se completaba con un estreno, una obra encargada al malagueño Eneko Vadillo (1973), que precisamente ha pasado el último año en el famoso centro parisino y cuya Ánima, para soprano y conjunto instrumental, resulta claramente deudora del lenguaje espectral. La atención a la textura y al timbre resulta esencial en la pieza de Vadillo, admirablemente escrita, con una sutil disposición en arco de las dinámicas y un tratamiento muy sugerente de la voz, que se mueve entre el puro recitado y un lirismo de naturaleza belcantista.
Hasta el título (Ánima) pareció bien escogido para el contexto espectralista en que se presentó, junto a Périodes, una de los seis piezas que componen el formidable ciclo Espaces acoustiques de Grisey, que aislada supo a poco, y Ethers, una obra aún primeriza de Murail (1978), pero extraordinaria en su concepción del espacio sonoro, en su tratamiento del tempo, de la rítmica y del timbre. Soberbias interpretaciones de un conjunto que no cesa de crecer.