De los diversos tipos de tumores, el de mama es aquel en el que se ha visto que las pruebas de cribado son más eficaces. El otro que se realiza de manera habitual, el de próstata, hay dudas ya que aunque se diagnostican más tumores, los últimos datos no indican que se haya reducido la mortalidad. Los mismos reparos se plantean ante la posibilidad de generalizar pruebas de detección de cáncer de colon, aunque esto podría cambiar si la prueba se simplificara y aparecieran biomarcadores detectables por análisis de sangre, y no mediante pruebas de imagen.
En elcongreso también se han presentado estudios que confirman que la prueba (la mamografía) compensa pese a sus posibles efectos secundarios.
En línea con este trabajo, los expertos debaten si convendría hacer pruebas más completas a algunos grupos de mujeres. Uno de ellos es el de aquellas que tienen antecedentes de cáncer de mama en su familia aunque no tengan una predisposición genética. Para ellas se apunta que podría compensar ir más allá de la mamografía, y añadir pruebas de resonancia magnética. Estas son caras, pero según investigadores holandeses, puede ayudar.
Claro que en la reducción de la mortalidad interviene otro factor: el avance en los tratamientos. De los distintos tumores, probablemente el de mama sea el mejor estudiado. Hay diferentes tipos según los genes implicados, y cada vez más terapias específicas (es lo que se denomina tratamiento personalizado). La identificación de factores como los genes BRCA1 o BRCA2 y, más orientado al tratamiento, el HER2 han sido clave en estos avances, que permiten dar la medicación justa a cada mujer y evita someterlas a tratamientos que no van a ser efectivos por su tipo de tumor.
Entre las últimas novedades está la de suministrar una combinación de medicamentos (trastuzumab y pertuzumab, ambos de Roche) antes de la quimioterapia en los tumores con sobreexpresión del gen HER2, por ejemplo.
**Publicado en "EL PAIS"