Ban Ki-moon ha anunciado su candidatura a un segundo mandato como secretario general de la ONU.
En una declaración distribuida por la Casa Blanca, Obama señaló que “bajo el liderazgo de Ban Ki-moon la ONU ha desempeñado un papel crítico en la respuesta a crisis y problemas en todo el mundo”, al expresar hoy su respaldo a su reelección como secretario general (Fuente: Agencia EFE)
Casi ningún elogio en los discursos políticos carece de intencionalidad, como tampoco lo que se borra o silencia. Y es así que la Casa Blanca se cuidó de destacar sólo en la gestión de su favorecido candidato lo poco que pudiera parecer más noble, como la pálida ayuda a Haití, tras el sismo, el referendo de autodeterminación en el sur de Sudán y un mayor acceso de mujeres a puestos en la Organización, que en realidad son méritos compartidos por Estados miembros de la Organización.
Pero si se fuera a ofrecer en rigor un pedigree completo de la ejecutoria de Ban al frente de la ONU habría que incluir otros elementos de juicio como su pasiva complicidad ante las amenazas de guerra contra Irán, que pusieron al mundo en zozobra, el abierto respaldo y aliento a los actuales bombardeos de la OTAN sobre civiles en Libia y la tolerancia para con Israel y su permanente violación de los derechos nacionales palestinos, que quiérase o no, marcarán la trayectoria internacional del ex canciller surcoreano.
A Obama le sobran, pues contundentes razones para apresurarse a respaldar al favorito, y marcar la pauta hegemónica, apenas 24 horas después del anuncio del ejecutivo de la ONU de que aspirará a un segundo mandato, sin aguardar como en otros tiempos, que al menos los grupos regionales de Estado se pronunciaran. Ni siquiera se abrió espacio previo a esa tradicional formalidad de consenso multilateral. La Casa Blanca manda, y los rituales sobran.
http://www.cubadebate.cu/opinion/2011/06/07/un-favorito-con-pedigre/
Imagen agregada RCBáez