No puedo dejar de oler la hierba fresca de las montañas de Berna y escuchar los acordes de Ocean, mi nueva canción de guitarra favorita, del grupo australiano John Butler Trio. Cuando la oí por primera vez dejé de respirar. No puedo quitármela de la cabeza.
El Gurten Festival da mucho de sí. Descubres que las chanclas de playa no son incompatibles con la lluvia, ni los festivales con la higiene, y que el cantante de Huecco derrocha simpatía hasta en alemán.
Iván Sevillano no sólo consiguió hacer bailar rumbatón al público (en su mayoría suizo) fue el único en dirigirse a él en su idioma. Luego averigüé que este madrileño, con el que compartí escuela, graba sus discos en Hamburgo, y visita con frecuencia Alemania. Tengo un par de secretos más, pero hoy no tocan.
Lo que si viene a cuento es seguir hablando del resto de grupos: The Kooks, Archive, Stereophonics, Open Season y Groove Armada. En general supieron satisfacer, cada uno en su estilo, a un público muy entregado. A mí no me gusta demasiado el pesimismo de Archive, ni las canciones empalagosas de Kooks, pero admito que estaban muy metidos en su papel.
Hablar sólo de las bandas sin embargo no haría justicia al Gurten festival. Todo lo demás es lo que le confiere personalidad: coger un funicular de vértigo para llegar a la zona de acampada y los escenarios, cruzarte con miles de chicas con shorts o vestidos de verano y botas de agua, participar en una gymkana llena de premios por recoger tu propia basura y devolver los vasos, ir al servicio y darte cuenta de que probablemente está más limpio que el de tu casa (con papel higiénico y sin grafitis), y descubrir a la verdadera protagonista del festival, la vaca Lovely -la mascota de la asociación suiza de productores
de leche- en infinidad de artículos: desde paraguas a bolsos-bandolera que incluían un desayuno muy completo con pan, batidos, yogures, queso, galletas, muesli y chocolate de las mejores marcas suizas, todo por 10 francos (7 €)...
Si váis al próximo Gurten Festival os daréis cuenta de que si Berna es la capital de Suiza, Gurten -su colina- es la capital de las emociones.