Revista Libros

"UN FIN DE SEMANA" de Peter Cameron

Publicado el 12 agosto 2022 por Marianleemaslibros
SEMANA
"Hay cosas que pierdes y que no vuelven. No puedes recuperarlas nunca, salvo en la copia borrosa que preserva la memoria. Hay cosas que parecen irreconciliables con las que, sin embargo, hay que encontrar la forma de reconciliarse.
El simple transcurso de los días atenúa la intensidad del dolor, pero nunca lo desgasta del todo: lo que el tiempo se lleva, se lo lleva, pero te deja con el remanente frío y duro de algo, con un recuerdo que no se puede perder".

SEMANAMe estreno con Peter Cameron (Nueva Jersey, 1959), un escritor de fama internacional que estudió Literatura Inglesa y que ha trabajado en el mundo editorial y de profesor en varias universidades norteamericanas. Me entero de que también es un gran activista por los derechos del colectivo LGTBI, algo que me encanta. “Un fin de semana” es su segunda novela y fue publicada inicialmente en el 94, cuando el Sida golpeaba más fuerte sobre todo entre los homosexuales. Pero no llegó a España hasta 2018, editada por Libros del Asteroide. 
La trama a grandes rasgos sin spoiler
La trama de esta novela transcurre en dos días, a lo largo de un fin de semana, el fin de semana del primer aniversario del fallecimiento de Tony.
Su expareja, Lyle, no ha sido capaz desde entonces de regresar a la casa donde su gran amor pasó sus últimos días, la finca en el campo de John y Marian. John era el hermano de Tony y Marian su mejor amiga. Ahora Lyle tiene una nueva ilusión, no hace mucho tiempo que conoce a Robert, un joven camarero y aprendiz de pintor que le gusta mucho, y se le ocurre la feliz idea de llevarle con él a pasar un fin de semana en la casa de Marian y John, con el objeto de obtener la bendición, el visto bueno de sus mejores amigos.
John y Marian son las personas más agradables que conozco —comenzó—. Son mis mejores amigos, sobre todo Marian. Marian es una persona maravillosa. Es divertida, encantadora e inteligente. Es curiosa e interesante. Y es una amiga leal, una amiga de verdad. —¿Desde cuándo los conoces? —John y yo éramos compañeros de habitación en la universidad. A Marian la conocí durante el posgrado. Así que hace ya mucho tiempo. Unos veinte años.

En una de las cenas en el jardín se une a las dos parejas Laura Ponti, una vecina italiana bastante excéntrica que no se entiende con su hija Nina, que también ha venido a pasar el fin de semana con su madre acompañada de su amante, un hombre casado. 
Un narrador en tercera persona nos cuenta lo que ocurre en esa casa de campo y a través de los diálogos sabremos lo que piensan cada uno de los personajes que entran en escena. A la vez, se intercalan capítulos contando sucesos del pasado que aclaran cosas sobre ellos y sobre lo que ocurrió con Tony.
Lo que tendría que haber sido un fin de semana veraniego de relax, se convierte en una pesadilla, sobre todo para el pobre Robert. Quizás todo haya sido un error, quizás no era el momento para intentar integrar a la nueva pareja de Lyle en el trío de amigos, ya que Robert es el único ajeno a ese duelo que les sobrevuela, con tantos recuerdos y vivencias del pasado. 
Los puntos fuertes de la novela
✔ Por lo que he podido averiguar, es habitual que los libros del autor traten sobre relaciones personales complicadas, que profundice y meta el dedo en la llaga, en las dificultades y desavenencias entre parejas y buenos amigos. Parece que Peter Cameron disfruta sacando a sus personajes de sus zonas de confort. Todos estos aspectos interesantes los encontramos en “Un fin de semana”, además, aquí también le hinca el diente al dilema universal entre ser estrictamente sinceros con los demás, u ocultar o disimular nuestros verdaderos pensamientos aparentando algo que no sentimos, incluso entre nuestros allegados más cercanos o nuestros mejores amigos, para evitar daños y sufrimientos innecesarios.
La ambientación está muy conseguida, he disfrutado esta novela que trascurre lenta con sabor a verano, en un ambiente campestre de días y noches estivales, de chapuzones en las aguas heladas del río, de lecturas en el césped tumbados al sol, de cenas con los amigos en el jardín. Una lectura perfecta y refrescante para estas épocas de calor que estamos sufriendo, muy apetecible.
Es una historia de esas en las que parece que no pasa nada, pero que pasa mucho y que te hace reflexionar, porque tiene un fondo más profundo de lo que puede parecer en un principio, un fondo que vas descubriendo mientras lees y te paras a pensar sobre lo que estás leyendo. Es una novela sobre todo de diálogos ingeniosos, inteligentes y de personajes con perfiles psicológicos complejos. 
John y Marian forman una pareja peculiar: son ricos, no necesitan trabajar, y tienen un bebé, Roland que es el ahijado de Lyle. Marian ahora está bastante equilibrada mentalmente, pero en el pasado se intentó suicidar dos veces. John es un tipo tímido, tranquilo, espontáneo, buena gente, al que le cuesta hablar de la muerte de su hermano y sacar a fuera sus emociones. Ambos continúan muy heridos por el fallecimiento de Tony, le echan mucho de menos y no les va a resultar nada fácil aceptar a Robert, por mucho que lo intenten y demuestren externamente lo contrario. Desde el principio hay conflicto y contradicciones sobre todo en el caso de Marian. Por una parte, quiere y desea que Lyle rehaga su vida con otra persona, pero por otro lado no puede evitar sentir cierto recelo-rechazo por su nueva pareja, por Robert, aunque en realidad sea un tío magnifico y parezca estar muy enamorado de Lyle. 
Tengo que reconocer que como personajes son geniales, pero me han parecido muy estirados, sobre todo Marian, que no me ha caído nada bien (sabéis que yo encantada de encontrarme con personajes así), aunque también es verdad que al final la cosa se ha arreglado y he terminado haciendo las paces con mi tocaya.
Una curiosidad: os cuento que se rodó una película basada en la novela que nunca llegó a estrenarse en España. Aquí tenéis el enlace por si os apetece saber actores y demás.
Resumiendo: “Un fin de semana” me ha parecido una lectura deliciosa, bien escrita, con personajes y diálogos interesantes, con dos temas de fondo que destacan, la amistad y el duelo, y las distintas formas como cada cual lo lleva y lo afronta.


Es muy difícil conmemorar a los muertos. Elaborar un recuerdo suyo que no implique complacerse en el propio dolor es casi imposible. Y nunca volverás a poseerlos sin la mácula de tu tristeza, nunca pensarás en ellos o verás su imagen con una ráfaga de sensaciones puras, sino siempre tamizadas por ese dolor, esa tristeza, ese sentimiento egoísta de abandono, que tiene que ver más contigo que con ellos

Me ha gustado, os la recomiendo, yo por mi parte tengo claro que seguiré leyendo a Peter Cameron. Mi nota esta vez es la máxima, para variar:
SEMANA

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