Supongo que todos conocéis el famoso flujo de trabajo de Getting Things Done. Su forma más conocida es un gráfico mostrando dos fases de GTD: procesar y organizar. Yo uso una versión diferente de este flujo de trabajo. Antes de explicar las diferencias, quiero explicaros un poco de la historia de Getting Things Done.
David Allen es el autor del libro, pero no todo el contenido ha sido inventado por David Allen. Gran parte del método GTD ya existía cuando David todavía trabajaba en la empresa de Russell Bishop (quién acaba de publicar otro libro interesante: Workarounds that Work). Sally McGhee también trabajaba por la empresa de Russell. Más tarde, David y Sally han continuado con sus propias empresas y ambos han publicado libros muy populares. El método de Sally McGhee se llama Take Back Your Life! y está dirigido exclusivamente a los usuarios de Microsoft Outlook. El libro de Sally también incluye un diagrama del flujo de trabajo, muy similar al flujo de trabajo de David, pero con un paso extra (clic en el imágen para verlo):
Sally ha añadido un elemento a su flujo de trabajo que para mi es imprescindible: verificar si puedes relacionar la tarea a un objetivo. Es decir, si la tarea no pertenece a ninguna área de responsabilidad ni te ayuda a lograr tus metas, no deberías hacer esta tarea. Es un filtro sencillo, pero muy potente, porque disminuye el número de tareas en tu lista. Obviamente, para poder aplicar este filtro, primero debes generar una lista completa de tus áreas de responsabilidad y de tus objetivos a corto y largo plazo.
El filtro de Sally me da tranquilidad, porque me facilita decir no a muchas cosas.