El calzado taurino es casi insignificante, casi siempre pasa desapercibido, pero ¿alguna vez han vivido un temblor sobre el pasto raso? Yo sí, es espeluznante, se siente como si la tierra serpenteara en vertical, como si un gusano furioso emprendiera la carrera bajo una ligera capa que lo separa de ti. Yo creo que los toreros que se arriman sienten como la tierra se agita con el galope del toro, como retumba tan cerca de su cuerpo, este domingo Castella estuvo tan cerca que a sus zapatillas las ensució el paso acompasado y noble del torito de Teófilo Gómez, al que no le pudo cortar las orejas. Un pinchazo vil y descarado hizo que Castella perdiera la concentración y las orejas. Pero cómo nos llevó templados, durmiéndonos en la muleta, así como el torito negro que lidió casi siempre perdiéndole la cara, dejándo que aquel se le colara. Sebastián quieto, muy quieto arropándose en cornadas imaginarias porque nunca sucedieron. El muchacho nos hizo sentir qué lástima lo del estoque y también lo de los siguientes toros, pues su segundo se fue sin pena ni gloria y el tercero no lo vi pero dicen que tampoco le dio el triunfo.
El que sí abrió la Puerta Grande fue Rafael Ortega quien con destreza en banderillas, muleta mandona y uno que otro destello con el capote y una estocada certera se llevó dos orejas. Del segundo no sé nada pero se dice y sabe que no cortó más apéndices.
Spínola esta vez no se acomodó y cuando casi lo logra y el tendido comenzaba a calentarse la faena cayó sin recuperarse. En su segundo no lo ví.
Siento mucho no haber visto esta corrida completa, pero estuve algo ocupada con lo de mi nuevo empleo. Un disculpa a mi tendido.
El encierro no tenía mucha presencia porque estaba en su mayoría un tanto "acochinados" o "cariavacados", quien sabe, pero lo cierto es que fueron lotes en su mayoría nobles. ¿Usted cómo los prefiere feos y nobles o guapos pero sin lo otro? Creo que esta era para los ganaderos, noooo los empresarios, noooo los toreros, noooo ES PARA TODOS pues todos, espero, queremos Fiesta.