Han transcurrido unos cuantos años desde que leí Los hijos del mar, una novela que me dejó muy buen sabor de boca y, a pesar de ello, no había vuelto a leer nada del autor, pero en cuanto vi que este año tendríamos nueva novela y leí su sinopsis no lo dudé ni un momento y me fui a por ella. Hoy os hablo de Un fuego azul.
Mi opinión
Poco o nada os voy a contar sobre el argumento de Un fuego azul, prefiero que vayáis, como mucho, con lo justo que cuenta la sinopsis. Solo os diré que la Brigada de Investigación Criminal de Vigo, liderada por Mateo, se enfrentará a un caso que ni en sus peores pesadillas pudieron imaginar.Alternando la primera con la tercera persona, Un fuego azul nos traslada hasta lo más deleznable del ser humano en un viaje perturbador en el que iremos conociendo distintos puntos de vista. La voz narradora protagonista será la de Mateo, con quien viviremos el asombro y el espanto de los descubrimientos que van haciendo y será gracias a la tercera persona como conoceremos aspectos tanto del asesino como de sus víctimas, permitiéndonos esto ir siempre un par de pasos por delante de la investigación acrecentando así la tensión y convirtiendo a Un fuego azul en una de esas novelas que, una vez comienzas a leer, no puedes soltar. En ocasiones viajaremos también al pasado, en capítulos datados de modo que los saltos temporales se producen sin confusión alguna. Estos flashbacks, narrados también en primera persona por otro personaje, nos dan las claves para llegar hasta la motivación de los crueles asesinatos que hunden sus raíces en un tiempo pasado que marcó para siempre unas vidas que quedaron destrozadas.Tres días, en los que además de leer no me quedaba otro remedio que trabajar y atender un poco mi vida, me han durado estas más de quinientas páginas que me han atrapado sin remedio y me han robado muchas horas de sueño. Y que sí, me han hecho disfrutar, aunque dé un poco de reparo utilizar este verbo para describir lo que se siente leyendo el horror en el que nos sumerge Pedro Feijoo a través de un elenco de personajescomplejos en el que las luces y las sombras se reservan para unos pocos porque otros son sencillamente la personificación de la maldad, la inhumanidad y la amoralidad más absoluta. No quiero entrar en detalles sobre ninguno de ellos, pero solo os diré que, desde los protagonistas hasta el personaje más secundario, todos me han resultado perfectamente creíbles desde el principio y con alguno de ellos he viajado desde una posición hasta otra dejándome llevar por una empatía que, en ocasiones, incluso a mí misma me ha sorprendido.
Una novela muy muy negra, intensa, plagada de violencia y crueldad en su máxima expresión y, en ocasiones, no apta para estómagos y almas sensibles. El autor no nos ahorra la descripción detallada de todas y cada una de las torturas a las que se ven sometidas las víctimas y, si bien debo confesar que las referencias a cierto insecto al que mi fobia me impide nombrar, me hacían intentar leer sin ver y, sobre todo, sin pensar, estas descripciones no resultan en ningún momento fuera de lugar ni gratuitas porque al fin y al cabo es el Mal, así, en mayúscula, el protagonista y el tema principal de una novela en la que hay tanto dolor y tanto sufrimiento que en más de una ocasión me he sorprendido a mí misma aguantando la respiración.
Con pulso firme y con una tensión narrativa que no deja de crecerdesde el inquietante prólogo con el que nos iniciamos en la lectura, Pedro Feijoo nos conduce por esta trama tan inteligente como cruel, tan brillante como dolorosa. Un auténtico escaparate de la depravación humana desfila por las páginas de Un fuego azul completando un viaje hasta el dolor y sus límitesmientras vamos ahondando, poco a poco, en lo que hay detrás de toda esa violencia y desembocamos en un desenlace que solo puedo calificar como perfecto.
En definitiva, Un fuego azul es una novela perturbadora que me ha dejado sin aliento. Una lectura que no dudo en recomendaros con la única de advertencia de que os preparéis para viajar al epicentro de lo peor que habita en el ser humano. No os la perdáis.