Feliz jueves a todos!
Cuando el patronato municipal de deportes de Venta de Baños, convocó el I certamen de cuentos cortos (microrrelatos), con motivo de la XXXIV edición del cross internacional del municipio, no lo dudé ni un instante: tenía que participar.
El lema del concurso: "Cuentos para un cross", aunaba dos de mis pasiones, el running y la escritura, circunstancia que me facilitó enormemente las cosas, a la hora de intentar dar forma a una historia verosímil, pero con un desenlace ciertamente inquietante y abierto a la interpretación del lector. Aunque la temática parecía estar echa a mi medida, jamás imaginé poder alcanzar uno de los puestos de honor, por lo que el correo electrónico recibido ayer, anunciando que mi relato había sido galardonado con el segundo premio, ha sido toda una sorpresa.
Pese a no ser un certamen de renombre, me ha echo una ilusión tremenda, ya que está íntimamente ligado a uno de las citas más significativas del calendario nacional de cross y es el evento deportivo más importante, que se celebra anualmente en mi querido Venta de Baños.
Sin más preámbulos, os dejo con el microrrelato en cuestión, esperando que sea de vuestro agrado.
PERDIDO EN LA VICTORIA Siempre había soñado con ganarlo todo. Hasta ese día en que comenzó a correr después de escuchar el ¡ya! Sabía que tarde o temprano llegaría la derrota, de hecho, llevaba años preparándose para afrontar ese momento, en el que al cruzar la meta, la cinta estuviera cortada. Pero no sería hoy. Cuando escuchó: preparados, listos, ¡ya!, comenzó a correr. Imaginaba que suya sería la victoria, como siempre. Como siempre, a los pocos metros de iniciarse la prueba, se puso en cabeza. Como siempre, no admitió un solo relevo de sus rivales. Como siempre, corrió de una forma altiva, sin echar la vista atrás. Como siempre, dio 623 zancadas por kilómetro, ni una más, ni una menos. Como siempre, fue el primero en escuchar el repicar de la campana, que anunciaba la última vuelta. Estaba corriendo como nunca, pero una sensación de angustia comenzaba a acuciarle… Sintió el jadeante aliento de un rival a escasos centímetros de su nuca, era una respiración agónica, casi animal. Sintió como su percepción del tiempo, comenzaba a ralentizarse. Sintió como el otrora bullicioso público, permanecía en silencio, impasible, irritántemente ausente. Sintió como la incertidumbre se tornaba locura, al ver que la pancarta del último kilómetro, se alejaba más y más a cada zancada que daba. El paisaje urbano iba perdiendo su forma, desnudándose ante sus ojos; en el horizonte, la nada. Corrió como nunca. Pero no pudo encontrar la meta. Fotografía: Palabra de runner.En fechas venideras, espero poder traeros a "Millas y birras" el microrrelato ganador y el tercer clasificado (geniales ambos), si sus autores lo tienen a bien.Proximas paradas: media maratón de Plasencia y visita a la factoría de San Miguel en Burgos.Un saludo a todos los viciosos del running.