Revista Deportes
La victoria sobre el Sevilla en el Calderón no ha hecho más que confirmar que la trayectoria del equipo invita a pensar que pueden luchar por estar arriba toda la temporada. Si mantienen esa seguridad frente a equipos de menor entidad y dan la cara, como el domingo, contra los grandes, es factible pelear la Liga al Barcelona. Si éstos bajaran ese ritmo endiablado, claro. Sino, es imposible.
El conjunto rojiblanco salió desde el primer minuto a por el partido. Bien es cierto que en el tramo inicial no tuvo la posesión y se vio un partido a cara de perro, en el que Navas podía hacer mucho daño a Filipe Luis y a Silvio no se le veía del todo cómodo debido a la falta de minutos. El resultado estuvo claramente condicionado por la expulsión de Fazio en el minuto 20 de la primera parte, que permitió abrir a Falcao el marcador. Anteriormente, como decimos, el Atlético no tenía la posesión, ni siquiera se veía peligroso a la contra, a pesar de que la defensa palangana era un flan, sobretodo un irreconocible Spahic, protagonista en todas las jugadas de peligro en su área. De hecho, el segundo gol rojiblanco lo marcó él en propia meta tras rechazar un centro de Arda Turan.
Mientras para el Atlético se ponía todo de cara, el planteamiento inicial de Míchel, que prometía un partido muy igualado, se vino abajo por la expulsión y el castigo que suponía el segundo gol. Así, los de Simeone no tuvieron problemas en llevar la manija del partido, cerrando la primera parte con un gol de bella factura firmado por Koke. 3-0.
La segunda parte llevó una dirección distinta a lo que se había visto de partido en el Calderón. El Sevilla apenas puedo acercarse a la meta de Courtois, un disparo lejano de Diawará, y el Atlético, seguro de sí mismo y en superioridad numérica, supo leer en todo momento cada acción, y no ofreció concesiones en un partido que estaba ya finiquitado, pero en el que Miranda quiso poner la guinda con un gol en el minuto 92.
Con este resultado el Atlético sigue la estela inmaculada de los de Tito Vilanova y, además, aumenta la ventaja con su perseguidor, el Real Madrid, que lo deja a ocho puntos a la espera de lo que suceda en el derby del próximo fin de semana. En caso de darse la tan improbable victoria colchonera en el Bernabéu, dejaría muy tocados a los de Mou, a 11 puntos del Atlético, seguramente a 14 del Barcelona. Un verdadero fracaso para la parroquia de Concha Espina.