Había un bosque muy hermoso, donde vivían muchos animalitos. De repente, este bosque se empieza a incendiar y todos los animalitos empiezan a huir. Sin embargo, un gorrioncito se queda allí: vá al río, moja sus alitas, vuela sobre las llamas del incendio y deja caer una o dos gotitas de agua, tratando de apagar el incendio. Pasa un elefante y le grita: gorrioncito no seas tonto !, huye como todos !… ¿ no ves que te vas a quemar ?…
Y el gorrioncito se voltea y le dice: No !, este bosque me ha dado todo, familia, alimento, amigos; pero por sobre todo felicidad… y no me importa morirme, por simple lealtad voy a tratar de salvar a mi bosque.
Y así; vá al río, moja sus alitas, vuela sobre las llamas del incendio y deja que una o dos gotitas de agua vuelvan a caer sobre el incendio.
Ante esta actitud, los dioses se compadecen de él y deja caer una fuerte tormenta y el incendio felizmente se apaga.
Y este bosque vuelve a reverdecer y florecer. Todos los animalitos regresan y vuelven a ser felices, más felices de lo que eran.
A este bosque el Sr. Carlos Kasuga lo compara con nuestro País, su País México Tal vez estemos en un gran incendio económico, social y político. Pero nos pide a todos y a cada uno de ustedes, que por favor seamos como ese gorrioncito y que todos los días dejemos caer una o dos gotitas de sudor, de trabajo y de estudio… y si así lo hacen, México nos lo agradecerá y Dios nos bendecirá.
Titúlo: El Gorriocillo
Reflexión de: Carlos Kasuga
Transcrito por: Daniel Espinoza
¡Consuela a mi Pueblo! Blog
www.consuelaamipueblo.org