Porque hay muchas cosas que puedes hacer con el Club, cierto: te diviertes leyendo posts, te ríes conociendo gente, te vas a clases de cocina (a pesar de que no sirvan de nada en algunos casos), acudes a fiestas y te tomas algún que otro mojito...Malamadrear es eso, ¿no? Pasártelo pipa. Pues no. Y sí. Malamadrear es encontrar un espacio para ti, para poder estar agusto, ver las cosas con cierta perspectiva, poder descansar mentalmente de tus obligaciones y, así, estar más relajada y enfrentarte a tu papel estelar, el de madre, como un todo de poderes reales. No de esos de capa y rayos ultravioleta, si no llegar a casa con las pilas cargadas y siendo más tú. Por eso, malamadrear no es incompatible con ir con tu familia.
En familia fuimos la semana pasada a unas terrazas y a cenar, a la piscina y a la biblioteca. Jugamos a las cartas. Todos juntos. En equipo.Y "todos" es la palabra clave. La conciliación, esa palabreja que casi debería borrarse de los diccionarios por irreal, no es sólo un concepto femenino. Ni siquiera de madres. La conciliación, ese equilibro al que todos debemos aspirar, es un concepto que abarca mucho más, una idea de equipo.De equipo familiar: padres e hijos debemos buscar ese equilibrio dentro de casa, colaborando entre todos los miembros de la familia. Educando a nuestros hijos y preparándolos para el día de mañana. Dando ejemplo, que es lo más valioso que les podemos ofrecer, un buen ejemplo.De equipo escolar: los centros educativos son campos de labranza, donde se siembra lo que nuestros hijos van a ser en el futuro. ¿Por qué buscamos colegios donde les enseñen inglés o tengan un buen programa de deportes, pero no exigimos que uno de los pilares sea la educación para la igualdad de oportunidades? De equipo empresarial, porque las empresas no dejan de ser grupos, equipos de personas, con los que, a menudo, pasamos más tiempo con ellos que con nuestras propias familias. Porque no quiero que llegue el día en el que, de nuevo, me tenga que enfrentar a cuestiones desagradables vividas en primera persona, pero esta vez vividas por mis hijos, por no haber hecho nada.No quiero ver a mi hija llorando porque no entiende qué ha pasado a la vuelta de su baja maternal a la empresa. No entiende que ya no la ven con los mismos ojos a pesar de que se comporta igual.No quiero que la reducción de jornada implique una reducción de posibilidades profesionales, independientemente de sacar el mismo trabajo o más que antes en menos horas.No quiero que a mi hijo le miren mal o le traten de calzonazos porque es él quien se queda en casa cuidando al hijo que está malo y no puede ir al colegio.No quiero que nadie vuelva a decir que " ya sabías lo que había" porque no es verdad. No lo sabías, estudiaste, te esforzaste, trabajaste....pero aun así, parece que no es suficiente. Parece que si tu precioso culito no calienta la silla delante del jefe, no eres válida. Y como no quiero eso, pido cosas:Quiero poder tener un horario más flexible, que de vez en cuando me permita trabajar desde casa, para poder compatibilizar todo lo que soy, que soy muchas cosas: madre, mujer, trabajadora, profesional. Persona.Quiero un sistema que valore la productividad, la eficacia, la profesionalidad. Que valore el esfuerzo individual, no uno que me haga esforzarme más que a los demás porque tengo que demostrar más que los demás.Quiero que, a la hora de la verdad, tener hijos se vea como lo que es, una continuación de la vida. No como un lastre.Todos estos "no quiero" suponen una reivindicación. Todos estos "no quiero" no pueden quedarse en meras quejas. Por eso hablo de mis "quiero". Porque son reivindicaciones, no quejas. Porque reivindicar es exigir, pelear por todo lo que es justo. No es quejarse.Y aquí vienen los medios: El Club de las Malasmadres puede darte voz, ser tu equipo, ese que te acompaña gritando, el altavoz y eco de tus reivindicaciones. Porque, no nos engañemos, aquí hay que gritar juntos, muy alto, si no, malamente conseguiremos cambios.
No quiero un futuro así. Quiero cambiar cosas
Porque un día fui una, pero desde que fui madre por primera vez, me convertí en más. No abandoné lo anterior, simplemente crecí de otra forma. Porque la persona que soy ahora es distinta de la que fui antes, y tengo más por lo que luchar.Porque si mi primer hijo, Manu, no existiera, yo tampoco existiría tal y como soy ahora.#CONCILIA13F
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