Arqueólogos que trabajan en un yacimiento en Nepal han descubierto evidencias de una estructura en el lugar de nacimiento de Buda que data del siglo VI antes de Cristo. Este es el primer material arqueológico que une la vida de Buda -y, por lo tanto, el primer florecimiento del budismo-, con un siglo específico.
Excavaciones pioneras dentro del Templo Maya Devi, en Lumbini, Nepal, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y siempre identificado como el lugar de nacimiento de Buda, han revelado los restos de una estructura de madera hasta ahora desconocida del siglo VI antes de Cristo bajo una serie de templos de ladrillo. La estructura de madera contiene un espacio abierto en el centro que se vincula a la historia de la natividad del mismo Buda, según los investigadores, cuyo hallazgo publica en su edición de diciembre la revista "Antiquity".
Hasta ahora, la evidencia arqueológica más antigua de las estructuras budistas en Lumbini estaban fechadas no antes del siglo III antes de Cristo, la época del mecenazgo del emperador Asoka, quien promovió la difusión del budismo desde el actual Afganistán hasta Bangladesh. "Se sabe muy poco acerca de la vida de Buda, sólo a través de las fuentes textuales y la tradición oral", ha afirmado el codirector de la investigación, el profesor arqueólogo Robin Coningham, de la Universidad de Durham, en Reino Unido. Según este experto, algunos estudiosos han sostenido que Buda nació en el siglo III antes de Cristo, pero su equipo se planteó centrarse en la arqueología para tratar de responder a algunas de las preguntas acerca de su nacimiento. "Ahora, por primera vez, tenemos una secuencia arqueológica en Lumbini que muestra que había un edificio ya en el siglo VI antes de Cristo", sentenció este experto.
Para determinar las fechas de la ermita de madera y una estructura de ladrillo previamente desconocida encima de ella, los arqueólogos analizaron fragmentos de carbón vegetal y granos de arena utilizando una combinación de técnicas de radiocarbono y luminiscencia estimulada ópticamente. Análisis geoarqueológicos también confirmaron la presencia de antiguas raíces de árboles dentro del hueco central del templo.
Registros de la tradición budista apuntan que la reina Maya Devi, la madre de Buda, le dio a luz mientras se aferraba a la rama de un árbol en el Jardín Lumbini, a medio camino entre los reinos de su marido y sus padres. Coningham y sus colegas postulan que el espacio abierto en el centro de la antigua estructura del santuario de madera pudo haber acomodado un árbol y que los templos de ladrillo construidos posteriormente encima también se organizaron en torno al espacio central, que no tenía techo.
"La UNESCO está muy orgullosa de estar asociada con este importante descubrimiento en uno de los lugares más sagrados para una de las religiones más antiguas del mundo", ha afirmado la directora general de la organización, Irina Bokova, quien ha instado a más investigación arqueológica.
Lumbini es uno de los sitios claves asociados con la vida de Buda, pero hay otros como Bodh Gaya, donde Buda se convirtió en un iluminado; Sarnath, en el que predicó por primera vez, y Kusinagara, donde falleció. A su muerte a la edad de 80 años, Buda es recordado por haber recomendado que todos los budistas visiten Lumbini, un santuario que todavía era popular a mitades del primer milenio después de Cristo y los peregrinos chinos lo documentan como un sitio con un santuario junto a un árbol. El Templo Devi Maya en Lumbini sigue siendo un santuario viviente, donde los arqueólogos trabajaron junto a los monjes, las monjas y los peregrinos.
Perdido y con mucha vegetación en las selvas de Nepal en la época medieval, Lumbini fue redescubierto en 1896 y se identificó como el lugar de nacimiento de Buda por la presencia de un pilar de piedra arenisca del siglo III antes de Cristo. El pilar, que sigue en pie, lleva una inscripción que documenta la visita del emperador Asoka en el lugar de nacimiento de Buda, así como el nombre del sitio, Lumbini. A pesar del descubrimiento de este yacimiento budista, sus niveles más tempranos fueron enterrados o destruidos por la construcción posterior, dejando las primeras etapas del budismo inaccesibles a la investigación arqueológica, hasta ahora.