Impresionante las imágenes que llegan desde China, donde Mao Zhihao, conductor de autobús en la provincia oriental de Zheijang, sufrió un accidente brutal.
En su ruta habitual y mientras charlaba con un pasajero vio como una farola entraba por el parabrisas delantero y le golpeaba en la cabeza. Tuvo suficientes reflejos como para apartarse y luego, mientras permanecía atrapado por el tubo de la farola, detuvo el vehículo evitando un accidente con muchas víctimas, porque el bus iba lleno de pasajeros. Al parecer la farola estaba en la carretera porque momentos antes otro vehículo había perdido el control y había chocado con ella, lo que la convirtió en un proyectil que acabó atravesando la cabina del conductor.
Lo más impresionante es ver la sangre fría de Zhihao, centrado sólo en detener el autobús, sin percatarse de que tenía roto el bazo, por lo que fue atendido posteriormente en el hospital. Un héroe en toda regla.