Lo que ha dicho en Miami Rogelio Zapata Tamayo, tiene tanto de necio como de desvergonzado: "Todo esto ha sido un engaño y todo es una mentira, desde que llegamos, primero nos dijeron una cosa, y luego nos dijeron otra, y al fin y al cabo, la verdad no se sabe donde está".
La molestia que denota el hermano del fallecido Orlando nunca les saltó a la vista cuando desde Miami presionaban a Reina Luisa para que dejara a su hijo moribundo y fuera a una conferencia de prensa. Menuda sensibilidad filial. Menos cuando fingían represión o cuando gustosos llevaban las cenizas de un muerto útil a la contrarrevolución volando al “paraíso de la democracia”.
La campaña contra Cuba era lo importante y a ello se prestaron los doce familiares que tan rápidamente han comprendido que en Miami son inservibles.
Ahora, ante las cámaras del Noticiero Gentv, de Miami, Rogelio Zapata Tamayo, el hijo mayor de Reina Luisa Tamayo, afirmó: "Todo se vuelve política. Yo no como política, yo no siembro política...ya yo lo que viví en Cuba, yo lo hice en Cuba. Mi objetivo principal aquí es trabajar".
Rogelio, llegó a Miami el pasado 9 de junio, junto con su madre y 12 familiares más, aseguró también, evidentemente molesto, en el informativo de la televisora miamense.
Según la información publicada por el blog Nuevo Accion las palabras de Tamayo "son duras y sobre todo reflejan una actitud, contraria a la que se supone que asumirían unos REFUGIADOS POLÍTICOS", reseña Cambios en Cuba.
La publicación contrarrevolucionaria, en cambio, no deja claro si el engaño, al que hace referencia el mayor de los Tamayo, tiene que ver con las promesas y prebendas que les prometieron sus patrocinadores de Miami o con las declaraciones que les dictó la congresista Ileana Ros-Lethinen a su madre para que, cual marioneta de ventrílocuo, las repitiera en el Congreso de Estados Unidos.
Reina Luisa Tamayo mintió deliberadamente, como toda una Dama de Verde, y la opereta no ha terminado.