Durante un vuelo la azafata se acerca a ver que le ocurre a un hombre que protesta amargamente.
¡Estoy harto de esta aerolínea! refunfuña, ¡siempre me toca el mismo asiento! no puedo ver la película y, como las ventanillas no tienen persianas tampoco puedo dormir.
A lo que la azafata responde:
Deje de quejarse y aterrice de una vez, comandante.