Con un auditorio colmado por 200 jóvenes estudiantes, se presentó el libro La mujer, el Estado y la revolución de Wendy Goldman en la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Córdoba.
La presentación estuvo a cargo de Laura Vilches, dirigente de Pan y Rosas y el PTS de Córdoba, candidata a legisladora del Frente de Izquierda, quien destacó la importancia de hacer esta presentación y este debate en la ciudad de Córdoba, signada por el peso de la reaccionaria Iglesia católica y la política machista de los partidos patronales, pero al mismo tiempo por las importantes movilizaciones que se dieron en el último tiempo, contra la trata de personas en 2009, a favor del matrimonio igualitario y la enorme lucha de estudiantes secundarios y universitarios del año pasado, contra la clerical reforma educativa.
Luego, Andrea D’Atri -quien prologó la edición en castellano del libro-planteó la enorme experiencia y tradición que sentaron los bolcheviques, quienes en una Rusia sitiada por el hambre, el acoso de los ejércitos imperialistas, las sequías y las consecuencias de la guerra, tuvieron la audacia y la creatividad para discutir las cuestiones relacionadas a la situación de la mujer, la familia, las relaciones sociales y sexuales. Más adelante, señaló cómo, paradójicamente, en una situación de mayor estabilidad económica, el stalinismo emprendió una política de reacción contra las conquistas revolucionarias del período precedente. Finalmente, abrió una reflexión sobre qué significado pueden tener estos debates para quienes luchamos por la revolución, después de haber atravesado un largo período de varias décadas de contraofensiva imperialista, restauración del capitalismo y la imposición generalizada de los valores de las clases dominantes.
Esto abrió el debate en el que hubo una nutrida, reflexiva e incluso provocadora participación del auditorio, lo que mostró lo acertado de haber publicado este libro en castellano y de abrir estos debates en el marco de una situación donde la juventud comienza a ponerse de pie en el mundo y ante ello, la vital importancia de recuperar lo mejor de la tradición del marxismo revolucionario para forjarnos como revolucionarios hoy.