Este es un invernadero creado por Jenny Sabin imitando los esqueletos de grandes mamíferos. A mi me recuerda al esqueleto de una gran ballena varada en la playa. Si obviamos las similitudes, lo que Jenny busca al crear esta estructura tan original, es que los científicos del futuro se sorprendan con la ironía de este curioso "fósil" creado en la era de los ordenadores.
Este invernadero está creado con una estructura a partir de materiales reciclados y reciclables, entre los que no se encuentra el vidrio y no es necesario el calor. Sus "costillas" soportan 110 mini-invernaderos translucidos, llenos de plantas comestibles y ornamentales, que son portátiles e intercambiables.
La arquitectura del invernadero, es también un trabajo sorprendente de diseño y que puede ser considerado como arte. Por este invernadero fósil, que está situado en el jardín de la American Philosophical Society, Jenny, recibió una beca Pew en 2010, por su magnifico trabajo a la hora de aplicar las ideas y teorías de la naturaleza, para el diseño de nuevas estructuras y materiales.
Fuente: Jenny Sabin