Nadie puede vender lo que no suyo, también existen ciertos bienes que, al menos en espíritu, se dice que no tienen dueño en específico porque nos pertenecen a todos, entre ellos, nada menos que el planeta donde vivimos, así lo reseñó el portal web Pijamasurf.
Acaso con este pensamiento en mente, un hombre en Japón decidió poner en venta a la Tierra, comenzando con un precio inicial de 69 yenes (poco menos de un dólar), en un sitio también japonés de subastas. La oferta se viralizó en los días subsecuentes a ser publicada y pronto alcanzó los 10 mil millones de yenes (más de 100 millones de dólares).
Y aunque sin duda, por parte de los posible compradores, todo podría tratarse de una broma, al menos en el caso de quien subasta el planeta el asunto podría ser más serio, pues en la descripción del producto asegura que Dios se le apareció en sueños y le cedió el derecho a poner en venta a la Tierra, esto para ayudarlo con sus problemas financieros.