Revista Cultura y Ocio
"Es más que probable que el haber nacido en abril de 1915 me haya preparado para vivir en una era de continua inestabilidad. El 15 de abril de 1915 mi país, el Reino Unido, y buena parte del continente europeo se despertaban otro día más sumidos en la Gran Guerra, provocada por el asesinato de un archiduque, la invasión de un país llamado Bélgica y la creación de una Tripe Entente, donde la Gran Bretaña era aliada de Francia y Rusia."
Conocí, como muchos, la existencia de Rosalinda Fox gracias a El tiempo entre costuras. Ya en ese momento pensé que tuvo que ser una mujer interesante, así que fue la curiosidad la que me atrajo hasta el libro que hoy os muestro. Hoy traigo a mi estantería virtual, Un jardín al norte.
Conocemos a Rosalinda Fox, una mujer que nació durante la Gran Guerra en Ken y que vive la separación de unos padres que no prestan demasiada atención a su hija. Cuando llega a la adolescencia, la joven se reencuentra con su padre, que se dedica al espionaje, y es seducida por este mundo. Llevará una vida marcada por las guerras, el amor y el riesgo.
La verdad es que no me había acercado hasta hace bien poco a los libros firmados por Izaguirre. Supongo que prevalecía el personaje televisivo frente al escritor, aunque su labor literaria haya tenido reconocimiento. Sin embargo, esta vez me interesaba el personaje principal de su novela: una mujer fuerte que vivió durante los momentos clave del siglo XX y cuya constante fue la lucha. Una de estas vidas, en definitiva, que pueden parecer más propias de una historia de ficción de que la realidad.
Boris entra en la historia de frente, arriesgándose con una primera persona que da al libro un tono mucho más personal. De esta forma acompañamos a la protagonista durante toda su vida, Descubrimos a una mujer, pelirroja, detalle que me llamó la atención por lo difícil que tuvo que ser ocultar un rasgo tan llamativo en determinados momentos, que ya en las primeras páginas al relatarnos su infancia, nos deja ver el toque personal que imprimirá a su relato a lo largo de la novela. Asistimos a pequeñas reflexiones, al interior de Rosalinda, a la vez que vamos conociendo su vida. Así empieza hablando de las apariencias mientras explica como, siendo una niña, fue testigo tal vez no consciente, de la aventura de su madre con otro hombre y como caminaban fingiendo ser una familia normal. De hecho, es algo a lo que le da mucha importancia, las apariencias; y es lógico teniendo el cuenta el mundo en el que se movió.
La historia es dinámica, de esas en las que siempre hay algo que relatar, siempre parece estar sucediendo algo en la vida de esta mujer. La separación de sus padres, el internado, el redescubrimiento de su padre y aquello a lo que se dedica, un primer amor fallido del que escapa, la enfermedad de la joven, el espionaje y su gran amor con un hombre mucho mayor que ella, casado y del todo inadecuado por el que luchó, viajes, riesgo... Con todos estos ingredientes, es fácil dejarse seducir por una historia vital que además se ve adornada por distintos escenarios y un contexto histórico francamente interesante. Y de entre todos estos sucesos que forman parte de la vida de Rosalinda, será el amor y la pasión que siente por Juan Luis Beigbeder el que marque su historia. Un militar español y una espía, la Guerra Civil, la Segunda Guerra Mundial al fondo, acercándose... y el convencimiento de estar ante el amor de su vida. Y para cuando el lector llega a esta parte, ya no es lector, sino confidente de una vida que hace ya muchas páginas hemos olvidado que es novelada, mezclada con ficción, así que somos casi partícipes en la lucha de ambos por seguir adelante.
Boris nos deja una novela francamente entretenida con la que dejar pasar las horas de invierno en compañía de una mujer que merece la pena ser conocida.
Y vosotros, ¿podéis decirme algún personaje real o no que os haya llamado particularmente la atención últimamente?
Gracias