Un joven chino de 17 años, deseoso de adquirir algunos gadgets, entró en contacto a través de una sala de chat con unos desconocidos dispuestos a ofrecerle la cantidad de dinero necesaria para que pudiera hacer realidad su sueño. Efectivamente, tal ofrecimiento era a cambio de algo... El joven vendió unos de sus riñones, por lo que percibió unos 3000 euros, con los que compró un Ipod y un Ipad.
Una vez que el hecho fue descubierto por la familia del joven, fue puesto la policía, quien arrestó a un grupo de personas y al cirujano que realizó la operación. Lejos de los aspectos delictivos que pudieran existir, debemos reflexionar sobre la pasión consumista que nos corroe hasta el punto de cometer este tipo de barbaridades.
alfonsovazquez.comciberantropólogo