Revista Belleza

Un jueves, un relato (IX): Abrazos

Por Gadirroja

Un jueves, un relato (IX): Abrazos ¡Ya era hora de retomar los jueves de relatos!.Me tomé un descanso en Navidad para estar con la familia (lo relatos los escribo la misma semana que publico) y ya echaba de menos el reto de recibir un título y dejar volar la imaginación. 


El reclamo de hoy es "Abrazos" y lo trae con mucho arte Tracy Correcaminos porque precisamente mañana es el día mundial del abrazo. Sin pincháis en su nick podéis ver su blog y en él publicará todas las iniciativas enlazadas.


Es una manera muy bonita de leer otros relatos y valorar cómo de una propuesta pueden salir muchas y muy diferentes, ideas bonitas.Y dicho esto, ¡al lío!

Abrazos.

-          - ¿Qué quieres ser de mayor, Sara? – Mientras auscultaba a su minúscula paciente, el doctor Hernández le solía dar conversación para distraerla. La verdad es que daba auténtica compasión ver su cuerpecito lleno de cicatrices, rodeado de cables y su cabeza sin un solo pelo.

Sara, que lo miraba a los ojos, se quedó un momento reflexiva.

Apenas fueron unos segundos, pero a su mente vino la imagen de aquella señora de la habitación de enfrente, desolada porque su hijo había perdido la batalla.

También recordó las profundas ojeras azules de su padre, llenas de preocupación cuando la venía a ver, todos los días, a la salida de su trabajo en el bar.

Pensó en aquel barrendero que todos los días veía por su ventana: un hombre delgado, con un cigarrillo eterno en la boca, colgando casi por arte de magia mientras barría triste, con los hombros hundidos y la columna encorvada.

Y terminó su recorrido en el propio doctor Hernández: de unos días a hoy el doctor parecía cansado, algo debía pasarle. Había unas finas líneas surcando su frente que aparecían por primera vez en todos estos meses, incluso en su barba corta y arreglada, empezaban a blanquear algunas canas.

- Cuando sea mayor, seré Mujer Medicina – Dijo Sara conectando de nuevo su mirada sin pestañas, limpia por el tratamiento y por la inocencia, a los ojos pardos del doctor.

- ¡Ah! – se sonrió el médico - ¿quieres decir doctora, médica… cómo yo?

- No, doctor Hernández – digo Sara, solemne y convencida – Quiero decir Mujer Medicina. Y mis medicinas, serán los abrazos.


Un jueves, un relato (IX): Abrazos

Espero que te haya gustado.

Gracias por seguir en este viaje. 

 ¡A vivir!


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