Inspirada por el otoño y su carácter relacionado con el final del verano, Molí del Canyer nos propone este jueves, escribir con el concepto "Envejecer".Te dejo por aquí mi aportación.
Carla pasaba la mano por los cantos de aquel buró que tenía más de un siglo de historia. Había sido primero de tu bisabuelo, que comerció con Norteamérica y en aquel mueble pasaba largas horas llevando la contabilidad de su empresa. Años más tarde, su abuela lo usaría para escribir y leer apasionadas cartas de amor a su futuro esposo, destinado en el sur.
Su propia madre había estudiado en él todos los meses de la carrera y la oposición hasta que consiguió su plaza como doctora en el ejército. Y ella…ella, desde que apenas llegaba con su barbilla al escritorio, había dibujado, dibujado y dibujado….y ahora era una ilustradora de cierto renombre.
Mientras pensaba todo esto, acariciaba distraída el mueble. Su cálido color caoba, su superficie encerada y su tacto, recio pero suave a un tiempo, le transmitían paz. “Qué maravilla envejecer así” – pensó. Era su cincuenta cumpleaños y, desde hacía varios días se encontraba algo revuelta con respecto a temas que afectaban a su edad y a su identidad.
Las expectativas de la gente, la presión social, la publicidad…era feo envejecer en esta sociedad como persona…mucho más fácil hacerlo como vino, una tarde de otoño…o como mueble.
Así que se sentó delante del folio en blanco, y se propuso plasmarlo en una de sus viñetas.